Me voy del pueblo,
hoy es mi día.
Si me preguntan si lo haría de nuevo,
respondería que sí.
Limitarme a no hacerlo,
seguramente contribuiría
a la muerte de otra alma[1],
la ruina sin mañana
de aquellos que dejan de creer.
Soporté las burlas
de vecinos y chismosas,
que a la puerta de mi casa
dejaban puñados de sal[2],
mi madre los quitaba
a cubetazos de agua tibia con vinagre
y maldecía hasta que en su corazón
todo estaba controlado.
La obsesión me fue heredada por ella,
cuando me viene una idea que destruya,
que implique violencia o desgracia:
llevo las manos a madera cercana,
así sea en ramas,
en la silla en que me encuentre sentada,
el más próximo escritorio,
y pienso en lo contrario a la
tribulación;
parece que funciona,
hasta ahora todo marcha igual.
Cuando salió a la luz lo que era solo
mío[3],
mi madre llena de orgullo
me besó la frente y me pidió dejar el
pueblo,
con lágrimas falsas, - porque no sentía que fuera para
tanto -
le dije que la amaba,
que vendría en un mes para contarle
todo,
una creación como aquella
necesitaba el seno inspirador de la
familia
para seguir creciendo.
Un hombre entra en un
bar
un hombre entra en un frasco
un hombre entra en un gallo
un hombre entra en un desierto
un
entra
en
un
desesperado intento
desesperado recuerdo
desesperado momento
desesperado
de
sesos
peras
dos
y pide un vaso con algo
y pide un vaso con respuestas
y pide un vaso con aloe vera
y pide un vaso con olvido
y pide un vaso sin desahucio.
Si me derriba la
noche
con su maullido feroz
luxándome la espalda en la caída,
y me lleno de estiércol
el espacio etéreo entre mis uñas y la piel,,
no le digan a mi madre,
que sé que vendrá presurosa,
lista para echarme en cara
los casi treinta años que pesan
lo mismo que cien,
aunado
a los nietos no natos
que no llegarán,
y lo amargo que tengo los huesos hoy en día,
por favor no llamen a mi madre,
hoy necesito permanecer afuera.
OCHO
Auto
biográfico
dependiente
de la luz
que
emito.
Así
te quería ver
pasando
en película de 38 milímetros,
contándome
por qué hui en lágrimas aquella tarde
y
por qué me enferma el día gris.
Plagas
de abejorros
son
el corazón desdentado que poseo,
un
montón de círculos, piezas, remolinos
solía
ser, ahora no le tengo.
Primariamente
me dediqué a cuidarle
a no
pensar, y asustarme
quería
depender de las razones
de
otras razones ajenas a mí.
Y me
asomo a la ventana
cual
dama de media tarde
pero
no encuentro, no sé,
no
estoy.
no
tengo lo que quiero
sólo
el temor que se pinta color malva
que
se derrama como plasma entre mis pechos,
cuerpo
desnudo que no aguanta
se
infarta cuando pienso.
Necesito
dormir continuamente
dentro
de todas las cosas frenéticas,
me
guardo en capullo
me
escondo
no
estoy.
Amparo
La transformación se ha consumado,
No hace falta la espera de los años
ni usar chaquetas grandes
ni tener hijos,
me vi con el hígado en mis manos
nadie pensó en él
cuando temprano en las mañanas
tendida en la cama
desnuda
cansada
me fumaba el cigarro
me bebía el café,
y llegaba despeinada
moribunda
necesitada
a dejar que teclearan en mi alma
que se untaran mi espíritu en palabras vanas
que la justicia a la que servía
se sirviera mis ojos cegatones,
mi tiempo,
mis pulmones,
para que el juzgador que se llevaba
de mi la mayor parte
pudiera viajar tranquilo a Nueva York
desayunar en Marsella
y comer albaricoques en Hungría
al fin que como yo
tendría
al servicio de la justa justicia mexicana
un montón de idiotas comprimidos
enajenados por la paga
comprando zapatos a la hora de comer
pagando cantidades exageradas por un corte de cabello,
todo porque puedo,
porque no hay nada que impida mi actuar.
pero siempre llega
esos buenos días
esperados
añorados
en que de nuevo respiras
y miras la luz del día
y no sólo madrugadas
y no sólo noches
porque de algún modo
una se olvida que el sol es cálido
que hay gente que se ama
que vivir es una fuerza convexa
fuera del
escritorio en la oficina.
Janis Jacobo (Querétaro, Querétaro 1987)
Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Querétaro; participante en
talleres de creación literaria de poesía, cuento y dramaturgia. Publicaciones
de cuento en El Suplemento Panóptico del semanario Tribuna, así como publicaciones
de cuento y poesía algunos números de la revista digital El Humo.
[1]“ When i get to the
bottom i go back to the top of the slide
where i stop and i turn and i go for a ride
till i get to the bottom and i see you again”.
where i stop and i turn and i go for a ride
till i get to the bottom and i see you again”.
[2] “la
verdad estoy muy preocupada pork tengo una vecina muy mala, y siempre k la miro
me duele la cabeza y tambien veo k no me riende el dinero y siento k a mi casa
le echaron algo de brujería.”
[3] Actually everything was fine, until…
Mi dron se
robó el bolso de la científica australiana
la de tetas
grandes y boca amplia
le quise
comprar otro para minimizar el daño
pero me mandó
al diablo
me dijo
muerta de hambre en su inglés australiano
y mi dron y
yo volamos nuevamente al pueblo,
justo a
tiempo en que mi madre preparaba un estofado,
papá se veía
sorprendido por los actos de mi dron,
lo regañó
ampliamente y a mí un poco menos,
a fin de
cuentas él era el culpable,
a mí sólo me
riñeron por crearlo.