GLACIAR

  


8 de diciembre de 2021

 

Somos les niñes 

que nunca fueron 

invitados a cumpleaños.

 

Somos los niños 

que les bajaron los pantalones 

en medio de la clase.

 

Somos los niños 

que nos llamaron

enfermos, maricones,

marimachos,

que nos inventaron seudónimos

para lastimarnos, humillarnos

y, finalmente, silenciarnos.

 

Somos las que hemos tenido 

que demostrar nuestra valía el doble,

que para agradar teníamos 

que tolerar cargar con más trabajo 

en la tarea grupal.

 

Somos la escoria social,

deviniendo en lacra institucional,

jugando a ser realeza…

 

Somos esos que recibían palizas y acoso,

somos las que los baños 

y las clases de gimnasia

nos generan pánico.

 

Somos esas que cada mañana 

teníamos que levantarnos y mentalizarnos 

de que, en el camino al colegio, 

no más de un kilómetro, 

íbamos a tener que soportar gritos, 

bajar la mirada y seguir caminando… 

esperando que no vaya a más.

 

Somos las que jamás 

hemos sido apropiadamente defendidas 

por las figuras de poder circundantes, 

porque queríamos ser defendidas.

 

Somos las que parecíamos débiles, 

indefensas y sumisas; 

y al parecer solo eso bastaba 

para ser tomadas

como blanco de vuestros ataques.

 

Somos las que se les ha negado 

un primer amor adolescente. 

Desconocemos el flirteo, 

el enamoramiento 

y la correspondencia 

como también se nos ha privado 

del llanto del primer amor juvenil 

y el encontrar consuelo 

en los brazos de las mejores amigas.

 

Somos las que tuvimos nuestra primera vez

con algún tío rancio,

que conocimos a través de algún chat,

que nos duplicaba la edad

y con el cual, ni siquiera,

nos planteamos el consentimiento

porque hemos recibido 

tan poco amor durante toda nuestra vida 

que cada vez que recibimos atención 

nos sentimos en la obligación de corresponderles.

Y sí, también hemos sido violadas 

por tíos que a su vez han sido violados 

porque la violación,

además de ser sistémica e institucional,

es la pandemia 

de la que deberíamos estar hablando.

 

Somos las que para sobrevivir 

acabamos forjándonos una personalidad

que más que eso

parece un mecanismo de defensa.

 

Yo soy la que contaba como plus-one,

la marica mejor amiga,

la actriz de reparto en mi propia vida,

con la que los muchachos tenían 

que hacerse los simpáticos 

para acceder a las bragas de la amiga.

 

Siempre chaperón,

siempre peón, 

siempre una más del montón.

Y ahora tú, pretendes decirme 

que me vaya, 

que me calle, 

que me aparte, 

que esta no es mi celebración, 

que ya se pasó mi hora, 

que ahora soy lo suficientemente adulta

como para atender a otras cuestiones…

 

Y ahora tú, quieres que me haga a un lado 

y no ocupe tanto espacio, 

que no hable tan fuerte 

y que no esté enojada todo el tiempo, 

que elija mis batallas, 

que me baje de las carrozas 

y que pida permiso,

que sea una jugadora de equipo y confíe…

 

Así que ahora que sabéis lo que sabéis 

les pido muestren 

un poco de generosidad

con toda esta monstruosidad.

 

 

8 dicembre 2021

 

Siamo lз bambinз

mai

invitatз ai compleanni.

 

Siamo i bambini

a cui calavano i pantaloni

nel bel mezzo della lezione.

 

Siamo i bambini

che venivano chiamati

malati, froci,

camioniste,

a cui venivano dati soprannomi

per farci del male, umiliarci

e, infine, zittirci.

 

Siamo quelle che dovevano

dimostrare il doppio delle loro virtù,

che per farsi piacere dovevano

impegnarsi di più

nei lavori di gruppo.

 

Siamo la scoria sociale,

divenuta peste istituzionale,

giocando a essere regine… 

 

Siamo quelli che pativano botte e soprusi

siamo quelle col trauma

dei bagni

e dell’ora di ginnastica.

 

Siamo quelle che ogni mattina

dovevano alzarsi e abituarsi all’idea

di dover sopportare,

in quel chilometro scarso verso scuola,

le urla

lo sguardo rivolto verso il basso e senza mai fermarsi…

sperando di non ricevere di peggio.

 

Siamo quelle che non sono mai

state abbastanza protette

dalle figure di potere circostanti,

perché volevamo essere protette.

 

Siamo quelle all’apparenza deboli,

indifese e sottomesse;

e a quanto pare ciò era abbastanza

per convertirci

nel bersaglio dei vostri attacchi.

 

Siamo quelle a cui è stata negata

la prima cotta adolescenziale.

Non sappiamo nulla del flirtare,

dell’innamorarsi

e dell’essere corrisposti

come pure ci hanno privato

del pianto per la prima delusione amorosa

e del conforto

fra le braccia delle migliori amiche.

 

Siamo quelle che la loro prima volta l’hanno avuta

con qualche tizio attempato,

conosciuto via chat,

col doppio dei nostri anni

e che, neppure,

abbiamo mai pensato di rifiutare

per aver avuto

così poco amore nella nostra vita

che ogni minuscola attenzione

sentivamo l’obbligo di ricambiarla.

E sì, siamo state anche stuprate

da tizi a loro volta stuprati

perché lo stupro,

non solo è sistemico e istituzionale, ma

è la pandemia

di cui tutti dovrebbero parlare.

 

Siamo quelle che per sopravvivere

si sono forgiate di una personalità

che sembra più

un meccanismo di difesa.

 

Sono la “più uno”,

la checca migliore amica,

l’attrice non protagonista della propria vita,

con cui i ragazzini

dovevano atteggiarsi

per poter entrare nelle mutandine dell’amica.

 

Sempre il terzo incomodo

sempre la marionetta

sempre una delle tante.

E ora tu mi vieni a dire

di andarmene,

di far silenzio,

di spostarmi,

che questa non è la mia festa,

che il mio momento ormai è passato,

che adesso sono abbastanza grande

per badare ad altro.

 

E ora tu pretendi di mettermi in un angolo

senza occupare troppo spazio,

di non alzare troppo la voce

e di non essere perennemente incazzata,

di scegliere le mie battaglie,

di scendere dalle carrozze

e chiedere permesso,

di fare gioco di squadra e fidarmi…

 

Perciò, ora che sapete tutto

vi chiedo

un po’ di cuore

davanti a tutta questa miseria.

 

 




Elias Miguez / Glaciar

 

Elias Miguez (1991, Buenos Aires-Argentina). Licenciado en composición coreográfica con mención en Expresión Corporal. Como coreógrafo ha estrenado obras como “Sexo De-vil”, “Abortar la Danza”, “El verano” y “No hay mal que dure cien años…”.

A partir de 2017 emigra a España donde trabaja con coreógrafos como Rui Horta y Mónica Runde, entre otros, participando a proyectos en el Matadero de Madrid, el Conde Duque y la sala Cuarta Pared. En 2021 estrena dos piezas escritas, dirigidas e interpretadas por él mismo: “Vida, muerte y resurrección” (Antic Teatre) y Concierto nº1 (Teatro Pradillo).

Desde 2017 escribe poesía contemporánea de verso libre que integra en los textos de sus obras y sus apariciones bajo el alter ego drag Glaciar, con el cual ha ganado el primer festival internacional de Drag&Opera 2021.

 

Davide Caroleo (traductor)

 

Licenciado en Lenguas y Culturas Modernas (inglés y español) por la Universidad de Urbino "Carlo Bo", trabajó inmediatamente como profesor de italiano, traductor y mediador lingüístico y cultural dentro del sistema de acogida y protección de solicitantes de asilo. Posteriormente, realizó un Máster en Traducción Literaria en la Universidad Complutense de Madrid, donde actualmente reside y trabaja como traductor literario (SPA - ITA), ocupándose también de la edición y corrección de textos. Sus traducciones se han publicado en la industria editorial y en varias revistas literarias en línea.

Entradas populares

Lxs más leidxs