“¡El Dharma es como un aguacate!
Algunas partes tan maduras que no puedes creerlo.
Pero está bien.
Y otras partes duras y verdes
Sin mucho sabor,
…”
AVOCADO, Gary Snyder
I.
Existo entre el polvo y la grasa
en una tienda de suministros industriales
revisando las facturas
mutando del arte a la industria
por dinero
Escribo porque soy infeliz
acerca de que soy infeliz
A veces pongo incienso
al buda de cobre y granito
que tengo en mi escritorio
le digo a los demás
que es para ahuyentar a los mosquitos
Veo por la ventana más allá del escritorio
un eucalipto
al otro lado de la calle
en el camellón
imagino que es el Árbol del Bodhi
que me siento debajo
por cuarenta y nueve días
pero no lo hago
De qué me sirven tantos versos
de qué me sirven los estudios literarios
Toco la trompeta
sin sordina
y no hace ruido
No escucho la voz de ningún dios
Qué puede haber de budeidad
en un asalariado
que lleva más de tres meses
sin meditar
II.
Las últimas semanas he pensado
que en los tiempos (pos [híper])modernos
quedan sólo dos formas
de alcanzar la budeidad
:
Una es la indigencia
y la otra es el suicidio
No lo sé
Por ahora
me quedan el Dharma y mis amigos
Giant Steps
Vender todos los cómics
– solo iba a vender unos cuantos –
y comer el huevo
directo del sartén
Improvisar como en el jazz
improvisar
cómo en el jazz improvisar
cómo en la vida
improvisar la vida
Dar pasos
segunda hacía la dominante
y luego la tónica
Tercera mayor
quinta aumentada
y primera
Improvisar sobre la base
II-V-I
y lo que sigue
Pistear en donde caiga o
no pistear
Improvisar
y
no llegar a casa
:
sofá rojo el martes
jueves marrón
y viernes dormir en el piso
Improvisar
sacar y
desarmar las cajas
Ir por la vida en fast swing style
Pagar con marihuana el flete
improvisar
Naima
Naima sólo fuma cuando está conmigo
Naima
¿Salimos de viaje?
Entonces se desliza Naima
en un solo de Sax
entre las sábanas
Naima
no olvidé
los detalles de tu cuerpo
no podría
Naima estabas lejos
y ya no
Entro por la orilla
de la cama
calientita
Naima
a acurrucarme
acurrucarnos
En la mañana corté
una flor morada
para ti
Ahora es humo
Naima balada
Naima sabes quién eres
Naima persona gramatical
Nunca me habías dicho amor
Naima se desliza
suave como el jazz
Naima ven por mí
al trabajo
salgamos de viaje
sin salir de la cama
te deslizas
Naima se desliza
Daniel Johnston se pasea por el Jardín Guerrero
Fue más o menos por los días que me echaron de casa cuando Daniel Johnston se fue al cielo. No creo en el cielo, pero estoy seguro de que allí es a donde fue.
Se había ido un alma que era quizá la más bella: siempre fue un niño, siempre creyó en Dios, murió en casa de sus padres. Yo quise ser como él y no pude.
Me puse a tocar triste la guitarra y fumar cigarrillos en el Jardín Guerrero ese día –todos deberíamos fumar y tocar en el Guerrero cuando estamos tristes. Yo sentado, se me acerco un hombre, extranjero, más o menos obeso. Vestía una camiseta con el escudo estampado del Capitán América, y me preguntó: «Can I pinch a smoke from you?».
Le acerqué la cajetilla, lo tomó. Luego pidió prestada mi guitarra. Se la di. Se puso a tocar y cantar una canción que yo nunca había escuchado. Tres acordes abiertos, repetidos una y otra vez. Sencilla, casi mala. Decía algo de amar, y que todo estaría bien. Me gustó.
Terminó su tabaco y se marchó, y yo me quedé allí con una melancolía profunda, pensando. Entendí que no podría ser de nuevo un niño, y que Daniel Johnston no iba a regresar.
Nos fuimos a buscar a Pitol
El profe italiano nos dijo
que los restos de Sergio Pitol
están aquí mismo en la ciudad
Así que después de clase
nos fuimos a buscarlo
Sin conocernos
nos subimos
al Chevy gris y
de la Facultad que está en el cerro
nos fuimos
a la iglesia a un lado del parque
en Jardines de la Hacienda
El lugar estaba vacío
y buscamos en el columbario
y detrás del altar
y bajamos las escaleras detrás del altar
y buscamos en cada rincón
pero no encontramos nada
No encontramos a Pitol
pero nos fuimos por cervezas
salvamos a las palomas
de los cholos que se las querían llevar
y nos convertimos en héroes locales
Le pusimos nombre al carro
y a nuestro propio movimiento literario
y hablamos de cuentos y poemas
que nunca escribimos
Aún podemos
¿Por qué seguimos buscando a Pitol
si nos tenemos a nosotros mismos?
Timy Carrillo (Estado de México, 1999) dejó la carrera de Estudios Literarios a los dos semestres. La música toma un papel protagónico en sus textos. Aborda temas como el jazz, la introspección y la espiritualidad oriental trasladada a su cotidianidad occidental. Sus textos han sido publicados en diferentes medios virtuales e impresos como Revista Enchiridion, Revista Himen y Revista Marabunta.