Variaciones de la luz
Te sentás en la escalera sobre el cansancio
hasta allí te lleva la claridad de la casa paterna
mirás por entre esa lucerna a quien antes
fue un hombre tendido brazos abiertos al sol
como una sombra desprolija
el filo de la impaciencia
un cuchillo con el que ahora te empecinás en cortar
estás escapando de la infancia
hace ya tanto tiempo de esa luz
¿qué nombre tiene ahora tu dolor?
buscá en mis ojos te estoy mirando, digo
nada allí para esa pena incendiada de belleza
no hay desierto en el centro del estómago
el paisaje que has querido olvidar
yo llevo un remanso, solo eso
donde las aguas de tu río
pueden encontrar descanso
el futuro no es un vacío
que vaya a llenarse con dos respuestas
somos líneas que nunca van a encontrarse
en ese mismo horizonte de cerros
una ventana y su tormenta como cielo
la palabra en el susurro
que no me vas a pedir
estás ahogándote en esa noche de nuevo
¿quién va a entrar para quitarme
esta piedra atada al corazón
quién, para obligar al relámpago
donde por fin pueda sentir su desnudez?
sé cómo caemos a la sombra de alguien, dijiste
ya no puedo más que la espera del temblor
y tiene otra y no tu forma en este silencio
yo quiero ser esa brisa
que cobija del frío para siempre
dejame traerte la espesura en el amor
no entiendo de esperas y ya es tarde
me sostiene el deseo de permanecer viva
y ahora tiene grabada en su fuego tu voz.
(De Poesías del Estero, selección y prólogo a cargo de Silvio Mattoni, edición Municipalidad Capital de Santiago del Estero, Santiago del Estero, Argentina, 2021)
Tiro de gracia
Me gritaste que viviera
y el grito fue una escoriación sobre la piel
la marca de la escarcha
para todo lo que había de madrugada
una barra de acero el golpe a la carne
sobre un corazón
al que alguien dispara a diario
No fue posible el remanso del futuro
calibramos lo que quedaba del disparo
la verdad en lo profundo de la voz
temerarios en la carrera de los galgos
esperamos el toque señuelo de la mano
el golpe sobre el cristal
para despertar a los animales
No hay palabra cuando es tarde
solo el peso del arma a la boca
marcada en la espalda de lo que somos
buscamos removiendo la noche
donde nada habíamos ocultado.
(de Antología de la poesía argentina actual, selección y prólogo a cargo de de Nicolás Antonioli, editorial Sanlope, Las Tunas, Cuba, 2021)
Fruta fresca
Como las cosas que crecen por la noche
diste sombra sin que nadie tuviera tiempo
de verte madurar
el jardín de las delicias te dio
su más sano verano
desnudo cruzaste el tiempo
y te ofreciste en cada estación
para el deleite del pecado
fuiste jugo dulce entre las manos
y no acabé de mirarte sin saberlo
la tragedia del mordisco
estaba
en no saber cuándo parar.
(de Antología de la poesía argentina actual, selección y prólogo a cargo de Nicolás Antonioli, editorial Sanlope, Las Tunas, Cuba, 2021)
todavía no
algo quedó siempre por decir
cierta aridez en lo que pensamos
en las manos el ancho de un océano
la medida de esa distancia
entre mi piel y la tuya
para qué pedirte que dejaras
de habitarme otros lugares
por mucho menos y a pesar de eso
yo hubiera sido tu último hogar
no sé si fue una caricia
como señal de tregua
o bastó el descanso
después del amor
me diste en una almendra
la complicidad
o el verdadero tamaño de mi vientre
te mostré el fondo de la ternura allí
en la humedad del desconsuelo
dentro de una mujer, dije
pueden crecer también estas cosas.
(De Otros territorios posibles, elandamio ediciones, San Juan, Argentina, 2021)
qué dejarías
a la distancia puedo tomarte entre las manos
simular un capullo donde dormís
encerrado por la tibieza
un pájaro dentro
como el canto del trayecto que recorrimos
¿cómo suena ahora esa melodía?
pienso en el resplandor de la complicidad
la hora por la que se filtra aún
debajo de la puerta tanto de los dos
estás en esa mañana una y otra vez
es el frío de algo que gotea
una cortina
que sólo con ruido se levanta
las perras duermen afuera
y esa es la única postal
el viento y no otra cosa
un mensaje con esa mirada
a través de lo perdido
¿qué dejarías ahora
si este fuera el final?
veo un cielo de álamos rapados
y es invierno
yo sé
ese es el paisaje
que va a verme envejecer
nada queda de ese otro
que construimos al resguardo de una casa
donde la humedad socavó los cimientos
imperceptible también
como la decepción.
(De Otros territorios posibles, elandamio ediciones, San Juan, Argentina, 2021)
Orilla
en las regiones costeras
los embates del agua
modelan los bordes
crean lugares pantanosos
albuferas y lagunas
que se convierten
en zonas vulnerables
aquí no fue el vuelo de los pájaros
como esperabas
ni la sombra del bosque alivio
como yo quería
sentados miramos la tarde
cubierta de belleza y de equívoco
amarse
fue la impotencia de un día nublado
me enseñaste en tu orilla
la hondura del mar
y lloré.
(De Otros territorios posibles, elandamio ediciones, San Juan, Argentina, 2021)
Marinés Scelta nació en Mendoza, Argentina, en 1984. Es profesora de Lengua y Literatura y tallerista. Forma parte del colectivo literario y feminista Write like a girl, cuyo objetivo es investigar y difundir la literatura hecha por mujeres y disidencias, y la creación colectiva. Publicó Saber lo que se pierde (Peces de Ciudad, Buenos Aires, 2016) y Otros territorios posibles (El andamio, San Juan, 2021) y formó parte de diversas antologías. Participa, además, en el programa radial Restos Diurnos, con la columna “Los ritos”, sobre poesía contemporánea.