Poemas inéditos
Árbol de palabras
Las palabras caen al viento,
de la lengua, como espadas;
trepan voces por un hombre
derretido en soliloquio.
Suben
bajan
las palabras
a la hora consagrada
y un incendio espuma el vaso
de vocales consonantes por la rabia,
¡mas qué rabia de húmedo lenguaje
yerma al paso!
Se asesinan
sueños
en el pecho de los huesos.
de la sangre y ríos secos.
Hay espinas en el cuerpo, en los ojos, en el
alma encarnada
de la voz que todo aplasta: desfila en
sílabas, avanza,
un tambor de pensamientos, ramas truenos (enramada).
Mudanza
Avanzar a traspiés
con malentendidos, gritos y gestos
torpes que son semáforos
en rojo.
Tropezar con cada uno
de los horribles espantapájaros
que arrojan mi orgullo
al céfiro.
Levantar el rostro
enllamarado que persigue un camino
de heridas invisibles
y en cierne.
Bostezar el tiempo
de la juventud extinta
con la piel encallada, que aún palpita,
al tacto.
Desierto
Familia en solitario:
destino niñez,
a cuestas el trabajo de sonreír.
El ocaso comienza
en esta fronterahistoria
de la humanidad:
la vida de un hombre.
De este a oeste
se topografía el desierto,
los trabajos y los días,
la región inestable,
cóncavo.convexa,
de mares imposibles.
La arena líquida
gotea a carcajadas
sobre las once y media…
Ahí está de nuevo
el vuelo de la cama
para soñarse en lienzos
adolescentes donde la frecuencia
de la llama, delirante en vapores y quimeras,
es la única habitante del inhóspito,
explorado a medias, desamparado,
individuo.
El sueño de Picasso
Un sueño me vino anoche.
Soñé con tus manos de agua que,
torpes, buscaban un roce ingenuo,
un hito en el fondo, tras las rocas
de nuestros ojos, que deshiciera
las fuentes negras del odio.
—Amor —me corriges.
—Odio —insisto yo.
Un silencio de brasa,
encendido por el oculto Dios
se quedó entre nosotros.
¡Ah, clamor silencioso!
Una sed de arena inundó
nuestros labios y la voluntad
caminó en sentido contrario
a los dos, al sueño y a Dios,
mientras dormía.
Grito
entrañable
Él
(feliz irremediable,
desastroso agarre,
grito entrañable)
no es suficiente.
La preocupación
de estar a su lado
entre la estima y el odio
y sentir que es probable
que me duela el amor parvo.
Detenida en pensar
por el torpe camino
que en un momento
se vuelva costumbre
alabar muchas cosas.
Sus juegos sexuales
sin solución
el quizá y no vendrá
el oculto atropello
enciendesiertos años.
Al decir
los problemas
de lo que el muro
ha dejado a los lados
y detrás de mí
hablo un sin respuesta
que no es sencillo.
Sentir no sólo:
Un menguado cariño
Un hecho permitido
Un encuentro error
que visto
con la actual máscara
esquivará cualquier
transformación.
Nada de lo que pensamos
No es la luz
La
luz es un viejo olmo
No es el sueño
El
sueño es una vasija rota
No es el mar
El
mar es un muro verde
No es el tiempo
El
tiempo es una llanura amarilla
No es la voz
La
voz es una nave hueca
No es la noche
La
noche es un arroyo de la memoria
No es el ser
El
ser es un león de Nemea
Es la tierra
La
tierra nos arrastra eternamente.
El
canto del garbullo
Con Iron Maiden en off
y el lento caminar del automóvil
inicia mi vida en común:
el amor-matrimonio-…
Un grito, tal vez tres,
la calma no vuelve a sentarse,
es un aullido entretrizas, en trizas
la máquina ha de amarse.
Rrr… rrr… rrr… rrr…
Repaso, replico, redimo
las ganas de bajar del coche,
este canto ha de seguir
con el vuelo del garbullo.
Cosmos
Eros
“Ven”,
ocurrió la noche
y se dio el amor.
Mis labios recuestan
sus ojos, mi jadeo
asfixia su eje,
nuestras telas se unen
vehementes.
Frágil
instante en que dos
corazones cantan
un himno a la soledad.
Espejos
1
Mi rostro no es más que una fotografía sin
forma definitiva. Un pedazo de papel que se tiñe con una identificación, pero
que está ausente de voz, de presencia, de pasos, de gestos tibios en los que
refugiarse. Es un fragmento de algo más oscuro que hay en mí.
2
Una máscara.
Una máscara sin nombre.
Una máscara sin nombre y prematura que no
sabe salir de su lengua materna.
3
Las voces que me nacen con el día son
extranjeras. Habitan en mí como en las piedras, en las plantas y en algunos
rituales que el hombre necesita para no sentirse desamparado y a medio camino
de la vida o de la muerte. Son cuerpos que improvisan un lenguaje; rumores de
río seco en la boca.
4
o quizás un sueño
eso es
un sueño es la estancia en este mundo
vaciado a las células
5
La fotografía se descompone. Se arruga. No se
sostendrán las líneas que trazo de la vaga figura que hay en mí y que no
reconozco. He entrado al tiempo de los fósiles. Debajo de las piedras alguien
hallará las ruinas de mi cuerpo y buscará signos, pero no encontrará nada; mis
ruinas guardarán el silencio descosido de mi intimidad.
Poesía
La lengua del poeta es un témpano
que avanza a voces de tambor o flauta
entre la niebla;
es una pulsión que germina en lo más
íntimo del envoltorio embelesado
que lo contiene;
es una ausencia con formas superpuestas
y sonidos fragmentarios
de luz breve.
Dibujo - Pachy Cambiaso. |
Asmara Gay (Ciudad de México, 1975)