Muchas
de las veces en que leía confirmaba cuánto nos gustaría teclear
o nuestras vidas, el sistema, el mundo. Si
nuestro yo fuera una computadora ¿Qué sería del encanto del cálculo equivocado?
Me gusta pensar que al levantarnos habitaríamos el ambiente perfecto, digital y
personalizado de una pantalla limpia y un antivirus que nos proteja mejor de lo
que nuestra Madre lo hizo. Y, sin embargo, humanos. Tan humanos como somos hacemos,
en nuestro paso por la Matrix, un intento de supervivencia:
Pide ayuda cuando no te
encuentres.
No todo sale bien
No puedes deshacer los errores
cometidos,
así que empuja tu mente aún
nuevo plano
corta y copia lo útil para ti
pégalo en todo lo requieres
escapa de la rutina
inserta nuevas ideas
retrocede de las malas
influencias
adminístrate para llenar tu
esencia
Se feliz
Tomate una buena fotografía de
la
memoria
Y déjala como el wallpaper
fijo de tu vida.
Antes de apagar tu equipo
Y eso es justamente, es lo que
me gustaría destacar de este libro. No sin humor, no sin ironía cada poema nos
va abriendo a la pregunta ¿Cómo puede ser tan micro nuestra soul? Me parece
poco decir que, el texto, nos va dando respuestas, prefiero afirmar que trata
de cómo la poesía es, también, una introducción al sentido de lo real, en el
significado de “existente”, “efectivamente existente”. Uno en el que distintos personajes (yoes
líricos) tienen su propio espacio: algunos persiguen el estatus, otros en
cambio encuentran refugio en la comida, la embriaguez, el psicoanalista, el
ejercicio, la cuenta de ahorros, la moda o la belleza física. Otros, menos
exigentes, se consuelan en las redes sociales y en el entretenimiento y la
sensualidad que ofrecen:
Tutoriales
Aprender con videos cambian tu
vida.
Te dicen qué hacer, cómo
hacer, cómo vivir.
Valoran tu lógica y
comprensión
te ahorran dinero
o te hacen gastar más de lo
pensado.
Video tutoriales para
aprender Photoshop,
crear un mueble,
hacer comida francesa.
dominar suajili
para comprar
y para seducir.
Te dicen cómo
sembrar tu mata
vender carrujo
manejar armas
construir bombas
y volverte narcotraficante
secuestrador
asesino
o hacker.
También para fabricar:
políticos
dictadores
presidentes
líderes populistas
con incautos seguidores
o poetas.
Si estás cansado de todo esto
hay video tutoriales para:
relajarse
ignorar al mundo
curar la bilis
y hasta como suicidarse.
Si no encuentras el último,
haz tu propio video
Pienso en una vida sin
tutoriales. Aquella en la que nuestros antepasados veían la tele y comían
cereal toda la tarde hasta que aparecían unas rayas verticales que los
obligaban a apagar el aparato. Los arqueólogos del futuro dirán de nuestras
conductas que nos enamoramos de la ilusión de un filtro, de preguntarte a Yahoo
si vamos a tener a suerte y que Facebook nos pregunte, con suficiente decoro
¿Qué estás pensando? (aunque no se piense en nada) o que no sepa(mos) decirle a
Instragram que la Historia (de vida) no es de 24 horas y, sin embargo, seamos adictos
esa fracción de segundos que plasman en nuestros ojos. Quizá también por eso,
me gusta este libro, porque mantiene frente a lo efímero la sensación de que la
poesía permanece. Nos hace permanecer:
HOJAS DE CÁLCULO
Las hojas de cálculo
solucionan tu vida.
Las hojas de cálculo te dicen:
las finanzas de la empresa
cuánto debes
cuánto te deben
el control de obra
tú estado de cuenta, que dice
cuánto ganaste
cuánto perdiste
cuando compraste
cuanto te pagan
cuánto vale$$$.
Las hojas de cálculo te han capturado,
eres parte de una estadística
tu peso, tu estatura
tus aficiones
gustos
objetivos
y ambiciones.
Te clasifican
te filtran
te agrupan
y te encarcelan en sus celdas
entre la A1 y la ZZ3500.
Sales a pasear en una gráfica
dinámica.
Las hojas de cálculo controlan
tu vida.
Las hojas de cálculo no
controlan tu vida.
Las hojas de cálculo no
precisan la pasión
no calculan la creatividad
ni el deseo
ni la verdad, ni la mentira
ni la fe.
Ni el divagar de mis
pensamientos
a pesar de ser constante.
No calculan las fantasías
ni los sueños eróticos
Las hojas de cálculo no tienen
la función:
día y hora de tu muerte.
Heidegger, dice que poetizar y
pensar son dos modos de hacerse cargo de lo real bien diferentes. En Microsoul
se aplica en tanto que poetizar es tomar medida de lo humano. No como un
cálculo sino como algo que se escapa de él. Aún aquello que se desea o en lo
que se cree. Aún en el tiempo que se gasta en lo vital o en lo inútil. La hoja de cálculo, es un lugar imaginario, un
símbolo. Una especie de cementerio. Es extraño, en todas las ciudades están el
mercado, la zona escolar, los parques, las escuelas, y está el cementerio, que
representa nuestra finitud, nuestra condición transitoria, en el que procuramos
no pensar y al que procuramos no ir nunca.
Pero también es la frontera con el más allá, como los ríos o las avenidas que
parten a una ciudad en dos. Sea cual sea, al llegar a él, lo reconoces. Quizá
como el límite: el . El poemario, explora
justamente este azar objetivo. Ese borde de coincidencias que no conocemos tan
bien, aunque podamos Googlearlo, quizá porque la poesía tiene miles de
vertideros desconocidos que de pronto se manifiestan: sus propios
hipervínculos.