FRAGMENTO DE “MONOMANÍA DEL AUTÓMATA”
Selección y nota
por José Antonio Íñiguez
Conocí la obra de José Agustín Solórzano hace aproximadamente cinco años, con el poemario Versos, moscas y poetas, y con algunos textos que publicaba frecuentemente en su blog (http://joseagustinsolorzano.blogspot.mx/). Desde entonces, sus poemas presumían una desfachatez admirable y brutal para enfrentar el acto poético.
Hace apenas unas semanas, cayó en mis manos Monomanía del autómata (FETA, 2014) y, con una tremenda curiosidad, leí aquello para reencontrar después a ese mismo poeta despreocupado, que continúa afirmando, con el verso, que el mundo que observa todos los días es también interior.
Este fragmento, estoy seguro, ejemplifica perfectamente lo que el poeta -tan inofensivo en el tedio cotidiano- puede lograr si hurga en los pliegues del mundo. Hay que leer estos poemas, entonces, para recobrar nuestra sensación de vida, o bien, para modelar lo que creemos que observamos.
ADENTRO:
la sangre hierve al tiempo que el agua de la cafetera
el
reloj digital del microondas responde a mi resaca:
son
las
00:00
parpadea: tiene sueño todavía
nadie
quiere morirse
un domingo
nadie
tiene ganas de vivir
la
libertad me da comezón en la espalda y enlosdeabajo
mosquea la
casa
abre grietas en el techo
la
libertad podría ser esa gotera que me recuerda a tus ojos
abrir
de par en par tus pezones me ocasiona una tristeza
apenas un poco más alegre que abrir las ventanas
AFUERA:
el tiempo juega a corretear los automóviles
detiene autobuses en cada esquina y luego:
“no
gracias, me equivoqué de ruta”
podría verlo menear la cola
babear alegre las banquetas
lamerse el culo con alegría canina
pero
quedé con B para comer un helado
un
helado de esos que no me gustan
y que
a ella le parecen sinónimo de todo lo horriblemente bueno
habla
de la felicidad con la intensidad con la que yo
me
hundo un par de caguamas en el pecho
piensa en la libertad con más deseo
del
que yo pienso en sus ojos esparcidos sobre mi rostro
puedo
estar orgulloso de jamás haber fingido un orgasmo
soy
libre de venirme sobre cualquier rincón del universo
no
creo en eso que llaman infinito
ni en
nada que no toquen mis manos
quién
chingados va a venir a comprobarme
que
existe algo inacabable
pálido brillante lleno de noséquécuerposcelestes
tengo
mi cuerpo atado a mi cuerpo
nada
celestial nada innombrable
y hoy
domingo:
soy libre para no ir por ese helado
para ponerme un grillete en el cuello
y quedarme taciturno haciéndole muecas a un televisor apagado
ADENTRO:
mis tripas son las cadenas
que
me amarran a la banal costumbre de comer y descomer
cómo
se puede ser libre teniendo vísceras enroscadas
siendo un obrero a tiempo completo
de la
fábrica de poemas y de mierda que es el cuerpo
bombeando con un traje anaranjado y un casquito de bombero
todo
el día la sangre que hierve cuando me emputo o caliento
mejor
sí voy por el
helado quién
sabe
tal
vez entre lamida y lamida se nos antoje
calentar la lengua de uno con la del otro
creo
que deberíamos compartir más cosas
eso
que llamas libertad por ejemplo
quién
quiere la libertad para él solo
a
mí ya ves
nada
más me ha servido para entristecerme
para
encerrarme a ver la pornografía
que
siempre acaba ensuciándome la sala
la
cama o el
piso
mi panza
¿es eso la libertad, B,
un montón de manchas en la casa?
compartida la vida es mejor
¿no
has visto el comercial?
aunque a saber
uno
cree necesitar de otro
de un
perro un oso de felpa
un perfil en Facebook
un
auto un pene másomenosgrande
una
novia una noviacaliente
una noviacalientequesepacocinar
pero
a saber
yo
hoy quisiera un par de mezcales
una
palabra que no viviera en ningún verso
un
poema menos pendejo que éste
AFUERA:
más allá de lo que entra o sale
a la
hora del remordimiento
o a
la algarábica hora en la que empieza la quermés
de mi
cuerpo tambaleante
me
detengo en una orilla de mi nombre
y
dudo en masticar la palabra que más cercana tenga
a la
boca las cosas le pueden entrar a veces
con
más facilidad de la que crece un pájaro en el cielo
caer
en
una boca rodeada de jitanjáforas hambrientas
sonsonete de silencio mi tartamuda ceremonia
de
preparar la cama donde dormirán mis tres tristes muertes trigaleras
ADENTRO:
a la
intemperie de mí y mis otros
encallará en mi costa
beberá la muerte muerte de mi mar muerto
y
¡salud!
que
nadie detenga el tropel de fantasmas que picotean mis ojos
el
cardumen de pétalos que libera mi sangre
la
manada de alas que pasta en mi cuello
la
parvada de semen que se estanca en lamujerquenoestá
AFUERA:
donde
el universo lame las heridas de la noche
me
entretengo tentando las paredes mordidas
las
rodillas raspadas de los edificios
juego
a la rayuela con Cortázar
reto
a las vencidas a Cervantes
incendio la cabeza de Nogueras
hago
un Kame hame ha con los haikús de Tablada
la
desnudez de las flores tiene otro nombre
declaro:
la desnudez de las flores es púdica y perversa
pero
quién quiere ser Cortázar
o
Cervantes
Nogueras o Tablada
cuando puede ser Woody Allen tocando el clarinete
quién
no quiere ser Woody Allen
tocando las tetas de su hija
y el
clarinete
aunque tiemble en los aeropuertos
y su
canto no sea como el de la desnudez de las flores
púdico y perverso
sólo
el verso que no intenta toquetear a nadie
sino
ser él mismo intacto y autocomplaciente
masturbarse como Woody Allen toca el clarinete
y no
como Cortázar jugando al avioncito en la calledealgúnlugarfrancés
y no
como la imaginaria y puñetera mano de Cervantes cercenada en Lepanto
Tablada prepara una Genkidama con sus versos
Nogueras sigue sin recordar el poema de amor llamado niebla
y no
hay nadie tocando a mi puerta
eso quizá
eso
es lo más importante
JOSÉ AGUSTÍN SOLÓRZANO (Valle de Santiago, Gto., 1987) es miembro de la
Sociedad de Escritores Michoacanos. Autor de los libros de poesía Ni las flores
del mal ni las flores del bien (Premio Estatal de Poesía Carlos Eduardo Turón;
Secum, 2015), Monomanía del autómata (FETA, 2014), Alguien ha salido a
buscarme (Diablura, 2012) y Versos, moscas y poetas (Premio Michoacán Ópera
Prima; Secum, 2009). También es autor de la novela Rompecabezas (IMC, 2014). Ha
publicado narrativa, ensayo y poesía en diversas revistas y suplementos
culturales del país, y en antologías como Beber sueños en un cráneo de palabras
(UMSNH, 2013) y Turbulencia dosmilonce. Narrativa michoacana actual (Ficticia
2011), entre otras. En 2012 fue becario del Programa de Estímulos a la Creación
y al Desarrollo Artístico de Michoacán (PECDAM).