LISNEIDY GONZÁLEZ MONSIBAEZ





MI NOMBRE

De un jardín a otro,
frutos a espinas,
surcar la tierra con el cuerpo
se vuelve divertido.
Adán suda,
yo lúbrico.
Goteo el jugo de la fruta,
entre dolor y gozo.

Tirados en los cardos/
me observa jadeante
y le ordeno:
— ¡Me llamarás Eva!


AUTO-DEFENSA DE EVA

¡Dios, fue él!
La serpiente en su boca
distorsionó la aparente calma de mis muslos
masturbó la fruta y me dio de comer.

Ahora soy el efecto,
la que gime y baila semidesnuda
encima del celestial tubo,
que muerde
ladra y jadea,
la que humedece
cuando la llaman perra.
La expulsada
que baja ángeles
y canoniza demonios.

¡Ahora soy la puta
que pide más!


EN EL NIDO


Creo que duermo
al costado izquierdo de la serpiente,
                                                   simulando
el dolor ciático de las vértebras
con la tranquilidad del ronquido…

EL RESULTADO


No soy la mujer que todo soporta
                           lavando tus calcetines sucios
             secando en la tendedera
     anhelos [a]trazados
asqueada de pagarte
aquella costilla
         que para nada me sirve:

Carne de tu carne + hueso de tus huesos = ¡A tu madre!



LA LENGUA


Hay un tiempo para cada cosa…
y
ahora es momento de lamer
¡Silencio!
no voy a escuchar
mentiras repetidas
importa poco si me amas
igual no te creo
¡Calla!
gasta tu saliva
en el vórtice
¡Chupa!
¡Aliméntate!
no solo de pan vive el hombre…




ADÁN,  ALGUIEN MÁS Y YO


Sirvo la mesa
masticando el sobresalto
al desnudo
saboreo tu lengua
altero el miembro y lo desvisto
temo que Adán llegue
 y nos descubra
incrusto mis senos
a la pared de tu pecho
dibujando el placer en la espalda
espero que Adán abra la puerta
 y nos observe/
separo las piernas
mides la distancia del atajo
entras al Edén sin permiso
comes la fruta
el pecado
excita
sofoca
alimenta
deseo que Adán llegue
y nos socorra
exiges mi savia
pido la tuya
gimes
te rasguño
me oprimes
y grito obscenidades
en la entrada al paraíso.

Dios permite estar allí pocos segundos/
                                                         tanta felicidad puede matarnos.

Poemas del libro inédito:  El reflejo de Eva



Lisneidy González Monsibaez (Cuba, 1988). Poeta, narradora y promotora cultural. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). En 2013, cursó el taller para guiones de radio y televisión impartido por el escritor Leonilo Guerra Vásquez y de Literatura Infantil, organizado por Omar Felipe Mauri. Es egresada del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, que dirige el narrador Eduardo Heras León, en 2014, año en que obtuvo el premio en el Encuentro Provincial de Talleres Literarios por su cuento: “Matemáticas”. En 2016, publicó el cuento infantil: “Mariposa del espejo”. Ha publicado en sitios digitales y revistas literarias en Cuba y en el extranjero. En el presente año ganó el premio en cuento, en el Encuentro Provincial de Talleres Literarios.

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