ANAITÉ ANCIRA








jet-lag

sobre ti sobre mí no tampoco sobre los perros de la calle ni sobre el cumpleaños de bob dylan sobre el calor tampoco prefiero escribir o no escribir de nada de la ventana no se ve nada y debajo de la cama no hay nada escondido afuera está la ropa hay que colgar descolgar las camas hay que tender destender el camino a la escuela pequeños rituales matutinos afuera están los juguetes en la sala hay que guardar la mochila en  la puerta cerrar las llaves pagar unos recibos comprar el melate no pasar debajo de ninguna escalera camino al súper no olvidar comprar brócoli afuera está todo esto lo demás el resto los días como tal embotellados por día acomodados por mes y digeridos por recibos acumulados de cablevisión están allá fuera de mi cuarto donde está todo el resto de mi casa que se ha ido construyendo sola mientras yo todavía no llego


Alka-Seltzer

1
Estaba el sobre de Alka-Seltzer en la mesa
desde ese día
que llegaste a las dos de la mañana,
pareciendo una cuba.
Yo pensaba si pedirte que te quedaras,
tú 
ya te habías quitado los pantalones. 
Justo antes de decirte que podías usar mi cepillo
ya te estabas lavando los dientes, 
“sí te quiero, yo también la he pasado terrible”
  balbuceabas.
Me levanté por un vaso de agua
(y el último alka-seltzer),
los puse en la mesa junto a la cama.
Me jalaste del brazo,
me quitaste la ropa,
todo estaba manchado,
tú,
yo,
la sábana,

las almohadas.
decías: voltéate
y yo con ganas de verte la cara.

En la mañana
tu ataque de asma
no nos dejo ni despedirnos,
alcanzaste a decir un
“te llamo al rato”
y saliste corriendo a tu casa.  



2

Todo seguía ahí,
el buró,
el vaso,
el sobre.
Hasta ayer
que sentí algo parecido
a lo que debe ser
el amor a primera vista
cuando al llegar a mi cama
a las seis de la mañana,
pareciendo una cuba,
como tú ese día,
lo primero que vi
fue el sobre  de Alka–Seltzer.




brrm brrm

cuando me den ganas de decir tu nombre
voy a decir                    puerta.
como ahora
que digo              puerta
y no pasa de ahí.

cuando me den ganas de decir te extraño
voy a decir          ábrete sésamo
y tal vez algo pase,
un avión
con su ruido

cuando me encuentre frente a una puerta
voy a decir tu nombre,
como ahora,
digo                     tu nombre

y no pasa nada,
no se abre sésamo,


es sólo un avión
con su ruido

El puerperio es el poema

Esos días en que los cachorros dicen palabras nuevas
de repente las sueltan y abren grandes sus ojos,
se sorprenden a ellos mismos y se ríen.
Esos días en que ves por la ventana como va amaneciendo
y tú sigues acostada de lado
con la teta de fuera y el niño mamando.
Puérpera sin esquinas
a ratos radiante
a ratos gris
a ratos azul claro,
mitad río 
mitad laberinto.

Esos días en los que recoges juguetes,
miedos o pedazos de tu infancia
y haces las mismas cosas de siempre
pero en realidad estas siendo gata, leona, cangura, loba
con la oxitocina desparejada
y la sonrisa boca ojera
curas, lames, apapachas,
no te bañas y apenas comes.
Días de ruidos, balbuceos, babas,
pies
monosílabos
días fantasma,
días silencio.

Así estos últimos 2 de mis 36
años leche
años elefante.

El puerperio es el poema, es el útero,
la oscuridad luminosa.
es el  tiempo fuera del tiempo,
estar contigo y el otro que es tu espejo, tu espejito.
Hablar con los ojos, con las manos
los codos, la nariz,
hablar con todo menos con la boca.
Ser cuerpo permanentemente disponible.
Aprender a cargarse a una misma a través del otrito,
por eso hay tanto silencio al principio y a la mitad,
y cuando se acaba es como regresar de un viaje en ácido
y encontrarte cantando canciones de mecano otra vez.

Dos años dura el poema
años leche
años elefante,
dos años de ceder el cuerpo a otras fuerzas
a otro ombligo,
dos años de ser vía láctea.

Aunque treinta y cinco años guarda información el útero de sus hijos,
y dos años dura el puerperio,
la maternidad
es un barril sin fondo


Antes de los ojos

Hace unos días tuve muchos antojos,
deseos impulsivos, vehementes y arbitrarios de una sopa de tortilla,
salsa verde hecha por mí, lentejas, tortillas,
también comí mucho aguacate
hace unos días.
No sé en qué parte del cuerpo se sienten
ni de dónde o
cómo nacen,
tampoco si se sienten o se piensan
los antojos:
del latín “ante oculum”, antes de los ojos.
Sé que se sienten como si fueran personitas con gustos muy particulares.


Hace unos días estaba embarazada
y
asustada
con un hijo en cada mano
pensando si podría tener más hijos que manos
y que a veces tomar decisiones
es lo mismo que hacer malabares.


Cuando quise ser mamá
no sabía que no quería tener miedo.
Ahora sé que la belleza y el terror 
suceden casi siempre al mismo tiempo.

Hace unos días decidí no estar embarazada
lo decidí como el mar decide hacer una ola.

Y ahora sangro
cómo puede un embrioncito de 4 semanas generar tanta sangre tantos días,
si eso no es vida, no sé qué es,
cómo puede una mujer sangrar tanto y andar en dos piernas,
si eso no es magia, no sé qué es.

Hace unos días estaba en el consultorio de mi ginecóloga
dejando de estar embarazada,
de la mano de mi sol,
pensando en la risa de mis hijos
mientras me aspiraban una futura placenta y lo que adentro crecía.
Y el mar seguía haciendo olas en algún lado.

Hoy sangro
también lloro por los ojos,
mi cuerpo se va desocupando
igual que las hormonas
que se transforman porque nada se destruye,
se arremolinan en temporal,
se activan/ desactivan.

El útero en duelo,
la casa vacía.

Mi hijo viene a decirme que ya no hay cereal,
los días son iguales pero nunca los mismos,
y el mar sigue haciendo olas en algún lado.


Cenizas y condones

 (Hoy) 
me dijeron que voy a perder la cuenta
de cuantas veces me voy a querer morir.
Mientras cenábamos
Josué me dijo que él había perdido la cuenta
y supe  que yo también la perdería
como ayer
y antier
    y el día de antes
y el de antes

y el de…

ya perdí la cuenta.

También
(hoy)
me dijeron
que (según el horóscopo)
este año Saturno
haría la vida de los Libras imposible. 
Me lo dijo Mora mientras preparaba el ceviche de la cena
 “te voy a pasar las copias, yo también soy libra”.
Y  aunque no necesito que un horóscopo me diga
que otra vez no me voy a ganar la lotería
porque Marte y el Sol no están alineados
y que de febrero a junio
será una racha de “ intensos encuentros inesperados”
le dije que sí.

(Hoy)
me volví
avestruz
higo
hierba
hiedra
cualquier palabra con  H
o animal que esconda la cabeza

(Hoy)
llegué tarde a trabajar,
desayuné un taco de maciza
que no me supo a nada,
me tomé dos cafés,
y me quedé hasta tarde,
lavé los baños,
el piso,
las mesas,
saqué la basura.
Había

(silencios)

los restos de encuentros
inútiles
que suceden cuando la gente busca lugares
concurridos
sólo para concurrirse
solos.


(Hoy)
me preguntaron sobre la ética,
la que su definición
no está en ningún diccionario,
la que parece que se va midiendo todos los días
pero  en realidad
tiene una sola medida,
la de cada quien.
Y se vuelve avestruz
higo
hierba
hiedra
no se escribe con H al principio,
pero tiene algo de muda donde empieza,
también donde termina.

(Hoy)
me preguntaron sobre ella,
y no supe qué contestar

(Hoy)
llegué a mi casa
con el rabo que no tengo
entre las patas
como ayer
y antier
Y así como el día de antes y
el de antes,

(hoy)
                   no pasó a mayores.

  


Anaité Ancira ( 1980, México, DF.)  Directora de arte retirada, poeta según los ciclos de la luna, fotógrafa por accidente, editora de video por gusto, melómana por herencia, taróloga por vocación y mamá de dos niños.

Publicaciones:

“Dos veces dije Roma”, “Chicles”. Revista err-magazine. México 2010
“Iguanas mascando”. Revista Consideraciones.  México 2011
“El ruido de un avión”. Revista Punto en línea num 35. México 2011
“Gato por liebre”, “ la maldad no está en la cebolla”. Revista Consideraciones num  México 2012.
“Fragmentitos de un discursito amorocito” Colaboración de varios poemas en la revista errr-magazine. México 2014-2015
“Tres poemas” colaboración con la revista Registro MX. México 2015
“chinga a tu madre reebook”. Errr-magazine. México 2016
“Club sandwich”. Errr-magazine. México 2017


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