DANILO T. BROWN

WE ARE THE WORLD
Pienso en el mundo. 
Pienso en el planeta.
Pienso en esa imagen de la Nasa 
donde la tierra es azul y redondita.
Un lugar perfecto
que gira sobre su propio eje alrededor del Sol 
y es algo achatado por los polos.
 En realidad no sé cómo es el mundo.
Si debiera ceñirme a lo que he visto, 
diría que el mundo es pequeño
y a veces llueve y huele a barro
y diría que hay ríos y aviones
y ciudades donde viven personas que hablan idiomas 
y hay hospitales y carreteras y taxis
y tiendas donde venden queso.
Diría que mi cielo favorito tiene nubes grises
y que hay gente que duerme en los cajeros automáticos 
y bebe vino en tetrabrick y tienen negra la planta de los
pies.
En mi mundo no hay guerras.
En mi mundo la enfermedad incurable afecta siempre a
los demás.

A la hermana de mi padre,al padre de mi madre,al amigo del amigo de un amigo.
Vivo en un lugar feliz.
Tengo trabajo y zapatillas cómodas.La gente hace películas para que yo las vea,la gente escribe libros, pinta cuadros, estudia medicina, construye casas con vistas al mar para mayor gloria de mí
mismo.
Si yo estuviera solo en este mundome moriría de pena o de un simple sarpullido.

POÉTICA 2

Las conversaciones domésticas son una parte esencial, 
coger una sartén, una cuchara,
rascarnos, mirarnos un lunar, tirarnos pedos,
escuchar un pitido siempre que apretamos un botón.

Todo eso que ocupa el 90% de tu vida
y que sin embargo,
inexplicablemente,
no aparece en los manuales de escritura,
ni en los poemas.

LAST BREAKFAST

Busco la decadencia de la carne,
el exceso de grasa, el alimento 
profundo y mineral de las señoras 
casadas y con hijos. No me importa
la lenta destrucción, el deterioro 
constante de sus órganos internos.
Sólo busco un lugar donde agarrarme 
al borde de la cama, una mujer madura 
hecha de carne tierna y suculenta
con todos los nutrientes necesarios
para llegar a fin de mes sin pasar hambre.

La vida, para mí, consiste en eso. 
No hay nada más allá del desayuno.

 MBA

La vida sin dejar de señalar,
la vida sin memoria,
y ya desde niño te quitan el asombro,
mamá mira,
niño no señales,
te cortan el asombro,
la bicicleta roja,
el dedo tieso,mamá mira,
niño no señales,
los ojos como platos,
la boca abierta,
te paras de repente en medio de la vida
y te disculpas,
pides perdón,
perdón por el dedo y el brazo y los ojos como platos, 
perdón por el color azul,
no volverá a ocurrir mamá,
no volverá a ocurrir,
voy a portarme bien,
voy a ser bueno,
voy a estudiar un Master en Administración de Empresas.

SALA DE ESPERA

Vivir, morir, alimentarte,
ir al médico y que te recete Motilium, Omeprazol, 
Emovate crema para la balanitis,
Pulmicort, Paroxetina.

Las salas de espera de los hospitales huelen a cosas de hospital,
yodo, agua oxigenada, Benzetacil,
huelen a bacterias y enfermedades infecciosas, 
catarros, guantes de goma.

Tenías cita a las 10 y son las 11.

Las salas de espera de los hospitales están llenas de gente
que tose
y de niñas con muletas, de señoras en chándal 
y de hombres con problemas de próstata
que te preguntan que a qué hora tienes cita
y con qué médico.

Necesitas medicinas, análisis de sangre, 
necesitas decir dónde te duele y desde cuándo, 
que no puedes dormir, que tienes miedo.

El culo gordo y enfermo de una señora de mediana edad 
te roza cuando se sienta en la silla de al lado. 

Tú te apartas, te encoges, te haces pequeño 
como un virus,
intentas desaparecer,
que no te toquen, que no te hablen,
que te dejen tranquilo con tus bultos y tus cosas.

No bebes alcohol, no fumas, haces deporte, 
comes pescado, frutas y verduras,
bebes dos litros de agua mineral todos los días, 
zumo de naranja, café con sacarina.

Cuando sale la enfermera por fin dice tu nombre, 
dice fulano de tal o dice José Pérez o Alberto García 
y eso eres tú,
un nombre, un apellido,
un puñado de síntomas,
un catarro mal curado,
otro tumor que hay que extirpar.
 Y Ave María Purísima.



Danilo T. Brown (Manuel del Barrio Donaire para sus padres). Nació en Úbeda en 1977. Ha vivido en Madrid, Alicante, Málaga, Barcelona y Madrid otra vez, donde reside actualmente. Estudió en la universidad, trabajó de camarero, teleoperador, profesor, periodista, librero, coach. Se sacó un máster y algunas carreras. Es autor de los poemarios “Confesiones de un soltero autopoético” (Point de Lunettes, 2009, Premio Nacional Princesa de Éboli, reeditado y ampliado en 2015 como “Autopoético”), “Alguien que sea yo” (Huacanamo, 2011), “Un ojo izquierdo llamado Danilo T. Brown” (Lupercalia, 2012), “Cirugía para quiste del epidídimo” (Baile del Sol 2013) y "¿Por qué hay un plato que gira dentro del microondas?" (Ediciones Liliputienses 2014). Por ahora sigue trabajando y sigue estudiando, lee libros de autoayuda y va al psicólogo y al psiquiatra, aunque no descarta dejarlo todo para irse a morir a Alaska. Sus poemas también han aparecido en diversas antologías y revistas. Ahora ha terminado de escribir "No soy el primero ni el último que salta desde un séptimo piso" (aún sin editor) que es una cosa autobiográfica por la que le desheredarán sus padres y sus amigos dejarán de hablarle.

danilotbrown@gmail.com 
weblog danilotbrown.tumblr.com

Colaboración: Jesús García Mora

Entradas populares

Lxs más leidxs