IVÁN ROJO

MUNDILLO

Cuando la poesía
empieza a hacerte sentir
como si fueras miembro de un club
[PRIVADO]
con sus cócteles
regados con endogamia
sus cenas de gala
para y solo para los socios
sus actividades programadas
por el autoproclamado Gurú de turno
Cuando la poesía llama a tu puerta
en forma de invitación oficial
a un recital supuestamente alternativo
solo puede significar dos cosas:
A) Lo estás haciendo bien.
B) Lo estás haciendo rematadamente mal.
Tú verás.

FAMILIA

Somos una prole deslumbrante.
Está mi hermano El inmaculado
y estoy yo, el mono naranja.
Y a veces viene a vernos
nuestra chica rosa chicle.
Tampoco ella tiene el graduado
pero quién lo necesita
si eres la reina de la Red.
Millones de visitas,
millones de peces con manos.
Es La Gran Pescadora.
El orgullo de la familia.
Y está bien que así sea.
Su maleta es maravillosa.
De piel de cervatillo,
llena de juguetes, artilugios
y fajos de billetes violeta
duros, compactos, omnipotentes,
la envidia de este pueblo:
Red River, Arkansas,
sospechosamente parecido a
Guadalajara, España, dicen.


EL CONDUCTOR

Me verás rodar
bulevar arriba bulevar abajo
en el coche más viejo y sucio de la ciudad
y como crees saberlo todo
pensarás que no llegaré muy lejos
en el espacio ni en el tiempo
pero nunca sospecharás
que en el maletero llevo un cargamento alucinante:
sobre hojas de helecho y flores de lavanda
mis yoes muertos, preciosos,
oh, sí, los esqueletos
de los trece hombres que podría haber sido
amontonados ahí detrás,
preciosos, sí, y tenuemente fosforescentes.
De vez en cuando
alguno de ellos aún se atreve a hablarme:
Devuélvenos a la vida, dicen,
Íbamos a ser grandes, íbamos a ser gigantes,
dicen, dicen.
Y su aliento es polvo,
sus palabras son polvo
y revolotean como molestas polillas
hasta mi sitio al volante.
Entonces agitó la mano frente a mi cara
y disperso el pasado,
y si con eso no basta detengo el coche,
salgo, abro el maletero y:
Silencio, cabrones, les ordeno,
y me convierto en nudillos
y parto un par de huesos,
mato un poco más lo muerto
y sigo, sigo, sigo conduciendo,
rodando,
y toco el claxon,
te saludo con la mano
y te dedico una sonrisa lunar
si te veo paseando por la acera.


LA GRAN EVASIÓN

En plena reunión de la empresa
mientras el auditor enumeraba
los puntos controvertidos a tratar
he sentido el impulso de pronunciar
tu nombre
justo cuando el hombre me preguntaba
por mi opinión al respecto.
Ha sido un deseo irresistible.
Una necesidad.
Un deber, sí,
una especie de obligación moral.
No merecías estar dentro de mí
mientras sucedía todo aquello.
Y lo he hecho. Te he nombrado.
El tipo ha parpadeado un par de veces
detrás de sus gafas metálicas,
ha carraspeado y ha dicho
Bien,.. Ehh... Gracias.
Y yo he respondido No hay de qué
y me he quedado viendo
las letras de tu nombre
revolotear como pájaros de colores
bajo la luz frigorífica de los fluorescentes
y salir volando por la ventana cerrada
para perderse en el mejor azul imaginable.


LOS MANUSCRITOS DEL BAR MUERTO

Llevo en la mochila los Manuscritos del Bar Muerto
Todavía confío en que me salven la vida
cada vez menos, pero todavía
Me tomo el café allí todos los días L-S
exactamente a las 7:50 de la mañana
y dedico 10 minutos a escribir lo que veo
Hoy cae un diluvio verde al otro lado de las ventanas
El hombre del medallón del Cristo del Gran Poder
dice que en media hora habrá parado
pero la señora boliviana no está tan segura
y yo estoy con ella
Llueve como si hubieran reventado las tripas del cielo
llueve como si El Gran Mecanismo al fin hubiera dicho
Basta
Llueve como yo llovería sobre todos nosotros
si pudiera llover, si pudiera limpiarnos a fondo


Iván Rojo, (Valencia, España, 1976) Propietario del blog de relatos y poemas ivanrojo.wordpress.com desde octubre de 2007.
Tiene diversas colaboraciones en webs especializadas en literatura como Hankover, Escritores Sucios, Libros y Aguardientes, Culturamas o Atalaya de la Vida Humana.. Participó  en la antología digital Underground Boys de Neurotika Books, en el fórum de FNAC Valencia en las jornadas sobre Realismo Sucio.
Autor del libro de relatos, de la editorial Sven Jorgensen y  del libro de relatos y poemas La vida salvaje, de Rasmia Ediciones.
Becado Villa Sarkia para escritores y traductores de la Fundación Nuoren Voiman Liitto, en la ciudad de Sysmä, Finlandia.

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