ESTEPHANI GRANDA LAMADRID


Barcarola para Ophelia (fragmentos)

Te busqué entre los destrozados, hablé contigo.
Tus restos me miraron y yo te abracé.
Todo acabo.
R.Z.
[Uno]
Alguien [¿Lo puedes sentir?] Está escribiendo este tormental de cuerpos Este es un temporal de frío y abundantes aguas Es tarde ya o quizá sólo es una temporada ajada por un sol enrojecido Es noche y hay probabilidad de una polvareda de esquirlas líquidas Es tarde: [¿Lo puedes sentir?]
[Dos]
Me hablas con silencio que sólo escalda lengua y piel Vienes y retozas sobre mí Siento tu cuerpo desvanecer entre la imagen que se refleja en un techo anidado de estrellas moribundas De ahí donde sólo viene el pasado en forma de luz Luz que no basta Y vienes a mi pecho a enseñarme sobre tu cuerpo moreno y transparente [Yo no quiero volver a este cuerpo que es pasado también] Que es página enjaulada Límpido lienzo para tus manos Vienes a enseñarme del cuerpo y su cartografía: [El amor simplemente me desmorona]
[Tres]
[Te deseo] De pronto parece no haber otra cosa Ningún recuerdo puede herirnos Nadie puede bogar contracorriente desde el otro lado Sólo hilos colgando lentamente desde una barcaza irreconocible Son palabras que dicen Nada Vienen a hundir su filo de doble lengua en un cuerpo tierno Humectado por un cuerpo conmovido por los años que se han acumulado en las marcas de los brazos En las marcas del vientre Nudo en la veta de mi piel son estos marcajes de otros cuerpos que se humedecieron en mis comisuras Que es otra forma de decir Costa intocable Inaudible Impenetrable
 [Ocho]
Acuérdate de mi cuerpo desapareciendo bajo el agua Destrozado Acuérdate de venir sobre mi pecho a escuchar el invisible latido A contener el pasado de la luz en la piel Recuerda las bocas que no hablaron de la noche y la tormenta que nos absorbe Ven a tomar mi mano Ven como la primera vez a conocerme Acariciar la piel mortecina que me contiene Te veo venir Tomas mi mano Y tu luz me ahoga
*
Ella impregna su nombre sobre los espejos de agua [Y no son suficientes para cubrir la desnudez Dice ella] Sus entrañas ahora conocen sólo de una luz brillante que emerge de un hombre [aunque también pudo ser simplemente un cuerpo fragmentado] Su boca sólo reconoce la exactitud de la carne dentro de la carne Transpiración [Una voz espontánea que no dice: Me declaro también de ti]
**
Ahí está ella Inmoviliza mi cuerpo ya quebrado mientras pende de su piel la gota roja del deseo Brillamos entre los restos de una bruma que se añeja lentamente en las comisuras de los labios Casi impronunciables Se fortalece esta duda que nació un día templado en el lecho de una mujer que se dijo débil Y fue su mano entre nosotros y su boca fue la que habló por nosotros Y cada cosa se detuvo a parir la oscuridad de sus pliegues imperfectos De su astro circundante y de todo líquido que disolvió los lunares del cuerpo Cada cosa Cada objeto Cada estatuilla se deshizo dentro las aguas En el cuerpo que no se limita sobre los músculos Ella [Quiero decir: La anterior] Nunca desaparece Nunca se va del todo Viene sola Viene sobre la noche Viene con su pulso perfecto a escribir una historia mientras une mi cuerpo a su cuerpo Ella viene Escribe Me pregunta “¿Lo puedes sentir?”

Preludio al cuerpo


En tanto que la muerte es una sensación
yo vuelvo a mi estado:                   hilo y costura en la navaja
flama que humecta la piel para proteger a la aguja de la herida
aunque prospere por el cuerpo la cicatriz

Úlcera prima en la fronda:
Mejor surgir bacteria viva en esa fosa inabordable
volver a ser columna de agua que no se vence bajo un cielo enloquecido
y bocarriba disipa la noche sobre una espalda
sobre otra forma de conocer la tierra                  de suturar la piel

Vuelve la noche                  también la lluvia
y otra forma de decir tormenta

Detener con rabia a la catástrofe
es volver a un nombre escrito tiempo atrás
entender de golpe la contingencia del cuerpo que emerge en escenas recurrentes
                                    evocación que distingue al fuego del filamento ardiendo

En tanto la muerte es un estado de agravio
yo vuelvo a la desfiguración de una imagen:
ya no al ojo   no al espejo ni a la herida
sino al planisferio de una cartografía inexacta
                                                                       imperfecta.


Simulacro de ejecución (segunda versión)

I

Abres los ojos

                        y es luz la que ahoga
apenas puedes sentir tu sangre borboteando
dentro sólo tu estómago y los ácidos gástricos
algo te muele a propósito el corazón
y presientes el dolor que volverá a tus rodillas
y el crujir de huesos-paja ya sin peso   ya sin sombra

y recuerdas
que hace unas horas deseabas ver un cielo provocador

incrédulo       vibrabas 
libre solías llamarte

pero lo sabes                       lo sientes también hoy
qué ridículo ahora desear la jaula rota

por última vez sientes la codicia de volar
pero ahora sólo eres un número en la memoria
un manojo de flores púrpuras:
un cráneo abierto

II

Si al menos este cuerpo bellamente exánime fuera deseo
si al menos esta laguna de rojos recuerdos se derramara sobre nuestras cabezas

si este cuerpo desollado que está a mi lado sirviera de consuelo               de llanto
qué abismo incandescente podría pulverizarte a ti
qué fuego     qué arma
qué herida dentro de tu carne podría disolverte

si de algo sirviera tenerte aquí
con los músculos distendidos
esperando

si al menos esta noche se coagulara en tu corazón
como una flor furiosa en las crestas de tu cabellera

si al menos esta noche en que te miro              en silencio
algo de ti se anunciara en la entrada

qué hermoso sería
incluso con todas las vísceras sembradas en el campo

la guerra me parecería un eco sin motivo ni futuro

sólo el mar y tu voz
dentro de mi sangre


III

Se oscurecen  parcialmente  las ventanas por sombras de afuera

a lo lejos        creo               
una parvada de disparos contra el  cielo

Sobre el asfalto gotas de silicón con amonio se reúnen lentamente
sulfuro ferroso es el aire envilecido de los hombres
y lo mezclan con mi sangre

en el suelo
brillando quedan las cuencas vacías:
ojos ciegos deseando ver la cara del asesino

IV

Desde el fondo de una cajuela
ella recuerda amordazada

algo parecido a la demencia le recorre el cuerpo desde dentro
entumida       los ojos ya no sollozan:
pero ella no lo olvida                      recuerda las promesas
no lo deja      tiene quiere estar sola

por eso la mano dislocada y tibia de él
sobre el muslo de ella
por eso la mano de ella
sosteniendo un cuenco de amarga agua


V

Escribo
como quien deja de lado su mano moribunda entre los escombros

Escribo como quien puede perderlo todo
y aun así sonríe con sangre entre los dientes

En estos días los escondrijos y los insectos se vuelven parte de mi sueño
desangran la poca noche que me queda
para que la luz que hace daño
la que lastima cada ojo que mira
no distinga la carne de la muerte

Escribo lentamente y sobre la memoria
de los que cayeron bajo un enrojecido llanto
y no pudieron levantarse más

Afuera se quiebran huesos
y nosotros aquí cerrando los ojos para que el ruido desaparezca
y se lleven los cuerpos destrozados

Hacer transparente la existencia por las muertes que me precedieron
y por las que desconozco

por la presencia de unos pies desnudos sobre las hojas secas
y el dolor de los ojos al parir minúsculos cristales que destensan músculos
la pulpa roja que palpita en la carne viva

Escribo esta noche
 para que alguien venga a cerrar las heridas de mis ojos


Una mujer como Marah (fragmentos)

I

Ella despierta

Yo sólo puedo mirar nuestras manos bordando el cálido muelle de nuestro pecho 
Y como relámpago negro nuestros corazones abren senderos de espinas
sobre la piel esculpida de noche

- Ella despierta entre nosotros- me aseguran
-Ella es la llovizna que hemos invocado
-Ella caminando en nuestras mujeres-
Ella y su frágil marea ante nosotros
Nadie puede romper su desnudez

Así te recibo
Así te pruebo
Así encomiendo mi cuerpo a Marah
Con mis manos sosteniendo un cuenco de agua
negro abrazo para calmar la sed

III

Descubro a Marah sobre las piedras y los húmedos frutos
Descubro sobre nuestro hombro desnudo su mordida que es quemadura

Una mujer como Marah
sólo se puede hablar con el tacto de tibias lenguas
Una mujer como ella
sólo se puede tocar con nuevas palabras
que giren sobre su espalda que es muralla de oscura madera
palabras que escarben dentro de la turbia marea que son sus venas
que describan la belleza que se encuentra en una rama caída
en la anchura del río y su amarga agua
en la sed apagada de un caminante como yo
dentro de los cuencos que ella inserta en mis ojos
para entender su fortaleza de hembra dulce
su sabor de sol ardiente
de sombrío aguaje
de tibia agua
de fibrosa carne que enciende la oscuridad

V

Que nunca se cierre          Marah                       
esta lucerna de amarga marca

Que contenga todo el dolor de tu cuerpo
mi lengua que conoce la textura del enfurecido mar
Que deslices amorosamente tu mirada en mí
hasta palidecer esta tromba de torrentes lluvias
porque nunca han limpiado tanto sobre la piel

Para que me conozcas esta noche        Marah
te escribo estas pocas sombras
en que cierro los ojos y te descubro sumergida
en la profunda claridad del agua
que te recibe cálida dentro de sus pliegues

Para que me conozcas esta noche        Marah
finjo ser la sombra de una ceiba
que te captura con oscuro vientre
para besarte con húmeda boca
para conocerte
mientras toco el fondo de un amargo abismo
que me conduce a ti


Estephani Granda Lamadrid (Puebla, 1985) Poeta, editora y artista plástica. Ha participado en diversos talleres de creación y apreciación literaria así como en Encuentros Nacionales de escritores y poetas. Es primera mención en el Concurso Nacional de Poesía El Laberinto 2007; segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía Enrique González Rojo 2008. Obtuvo el tercer lugar en el Torneo de Poesía Adversario en el Cuadrilátero 2008, organizado por VersodestierrO y Primer Lugar en la categoría de poesía del Premio Filosofía y Letras BUAP 2013.El poema “Cántico iniciático” ganó su inclusión en la novela gótica Sangre, de la española Clara Peñalver (editorial El páramo, 2010). Entre sus libros publicados se encuentran Casa de navajas (VO, 2009), Silencios de agua (IMC, 2009) y Pasíphae (HondaNómada, 2013), Amarga y otros retratos (Sikore, 2015), Catastro [Cuerpo en debandada] (La Cosa Escrita, 2015). Ha sido incluida en antologías como Descifrar el laberinto 2007 (VO, 2008), 40 Barcos de Guerra (VO, 2009), Panorama de Poesía Mexicana (2009). Sueño urgente, poesía de Venezuela y México (La Mancha Editorial, 2010) y Moebius 2010, poetas nacidos en los 80 (Sikore, 2011), Versos para incitar el vuelo. VI aniversario (StarPro, 2012), Antología de poetas sobre el cuadrilátero (VO/Linajes Editores, 2013), Lo esencial de la vida sólo es visible al corazón: Antología literaria, AMEICAH, A.C, 2015), entre otras. Actualmente es editora de Sikore ediciones y organizadora del Encuentro Moebius, poetas nacidos en los 80.

Colaboración: Aurelio Macó



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