ANIMACIONES
No
quisiera ver el tiempo
ni
su escoba acercándose a mi banqueta
tampoco
mis labios difuminándose en la misma historia contada
a la
misma hora y bajo los mismos triángulos
si
el mundo llegase a notar que mis ojos
estos
ojos no han sido siempre los mismos
me
quedaría mirando flores toda la vida
sin
mantenerle la mentira más fácil a quien los mire
por
eso no le abro la puerta a extraños
ni
persigo barcos de papel cuando se han caído por la alcantarilla
me
pego bien al piso
no
me gustaría ver a alguien unírseme a través de los mosaicos
entre
sus jodidos bordes que delatan el punto de fragilidad
la
frontera que nace a partir de mi primer paso
por
eso no le abro la puerta a nadie
porque
mi madre no ha llegado
y el
silencio de la casa es casi tan obsceno como el sonido del reloj
de
sus manecillas persiguiéndose como animales
desde
que la casa es casa
mucha
gente me ha visto desnudo
sólo
hace falta quererlo
han
visto mis costillas labrando mi suerte
de
niño muriendo de hambre
y
aun así todo lo que soy está más arraigado a las telas que uso
y
aun así tengo miedo
de
morir con un trozo de carne atorado en la garganta
la
paradoja más probable de mi vida
es
el abrir la puerta para saber si alguien estuvo a punto de tocarla
yo
como culebra arrastrándose en el asfalto
con
el torso roto en miles de piedritas que me llenaron el corazón
en
la noche aferrado a las sabanas
para
que nadie intente llevarme a despertar en otro sitio
dormido
con un vaso de agua sobre la cabeza
por
si de pronto comienzo a incendiarme
escribo
en el secreto de mis excesos
y me
faltarían expresiones para describir que los pasteles están quemándose
y la
puerta del horno está abierta
me
faltarían expresiones para enviarle mis cartas a las calles del mundo
y no
le puedo ni abrir la puerta al cartero
porque
lo mordería
y lo
perseguiría como en las caricaturas
no
quiero perder el aire
y
andar por las calles robado de pedazo en pedacito unos pulmones
para
guardarme toda la vida posible
por
lo menos hasta que mi madre me diga que puedo abrirle la puerta
a
los extraños que tocan todos los días.
RESPIRANDO
Una raíz nos fue naciendo
del pecho
descendió nuestra piel y nos
la pintó de arcilla y finca
nos abrazó la cintura tomó sin egoísmo piernas
porque nuestros pies tienen
su planta y en su exhalación van las palabras
Algo va creciendo en los
bordes de la banqueta
en los baldíos y en las
casas abatidas donde ya sólo vive el tiempo
donde olvidamos que la vida
existe al recordar que existimos
Una raíz nos amalgamaba en
la tierra
y fue ascendiendo sobre la
urbe y los clanes
en pieles y cemento y
cartílagos y flores que nos diluyó en ardor
en la erupción del agua y
las alas que anidamos
De pronto fuimos como un
volcán
y nuestras piernas y manos
tocaron las otras piernas y manos que somos
y respiramos
respiramos cuando en el
cielo un parasol congénito nos cubrió de los diluvios
Qué somos todos sino un
árbol formándose en el centro del mundo
un pulmón jadeando que
reniega del seno materno
unos brazos que no
siembran
Porque en el árbol hay
pulmón y en la voz sonidos
y el árbol en que nos
volvemos nos respira
y estamos respirando.
REALIDAD
naif
Pienso en ese momento de la canción de
cuna
y los hombros se me hunden
usual-mente muero
tan rudo es guardar la
devoción
guardarme las piernas
entre párpados y
ficciones
para no ir
las ovejas van saltando
de un lado a otro frente a
la cama
unas tras otras las camas
y una tras otra
van las ovejas
que son dos
que van y vienen y que
parecen muchas
pero son dos
el sueño va saliéndose de
los velos
no sé cómo hablarlo en el
otro lado de ésta ocasión
donde no hay ovejas
no puedo describir una
manzana
estoy con mis órganos en las
manos
porque si digo
algo sobre las mariposas de
su corazón sabrías
que no sé hablar
que traigo un velo para no
mirar el mundo
una fe quebrándose bajo mi
casa
una fe quebrándose
traigo una realidad
voy caminando y
soy un manojo de girasoles
en las manos de un niño
un niño queriendo jugar como
todos
creciendo
a cada paso una rodilla es
más larga
y un girasol queda en la
calle
un pedazo de polen y me
voy
deshaciendo hasta
llegar
a no sé dónde ni en qué
mes
creo que de otoño
el camino que hueles
el camino que vistes
son tan de llegar a dónde se
llega
claro
que mi lengua desaparece
entre mis pulmones
para hallarte el diccionario
del agua
no sé cuál es el color de la
inocencia
tengo miedo porque si digo
que el blanco me seduce
desde el nacimiento
te darías cuenta de que no
puedo intentar
mover ni una neurona
quiero contarte las cosas malas que hago
los animales que
torturé
mis secretos quieren
gritarte un caracol
y yo ya no quiero
ya no quiero seguir dormido.
GUILLERMO
ROMO DE LOS REYES (Durango, Dgo, 1991). A los 15 años comenzó a estudiar
literatura en la Casa de la Cultura del estado, donde tuvo la oportunidad de
representar a la institución en diferentes congresos y exposiciones;
posteriormente, continuó su formación en seminarios de literatura francesa y
nota periodística, así como en diplomados de Ensayo, narrativa y poesía, Arte y
filosofía del siglo XX e Historia del arte, convocados por distintas
instituciones dedicadas a la cultura. Su obra aparece en diversas antologías
nacionales.
Colaboración: Jesús García Mora
Colaboración: Jesús García Mora