OMAR PIMIENTA

Trenzas tus cabellos     tus palabras
dices: situaciones
vueltas de hoja
ésta es nuestra casa
aquí hay algo que te recuerda     yo no    yo aún te tengo en todo

reconocerte es sólo el hábito
saber que ya no hay nada nuevo

dices: no importa
 
un: qué haces sin sentido

(dime que me quieres y te leo lo que escribo lo que escribo y guardo)
dices: mi día fue bueno
el carro falla
que miraste a alguien

que te recordó algo de cuyo recuerdo yo pendía

(tus sonrisas no se acaban las terminas)

dices: en ocasiones hay algo de ti en las cosas
y lo dices así     como sólo tú puedes: inconsciente al valor de las palabras.


Foto del día de nuestra boda
     
las ceremonias tienen un orden
           Granola          vómito en San Ysidro
                                  vómito en Chula Vista
no existe foto de nosotros juntos

y sí        me atreví a besarte   y sí    los dos dijimos que sí
en un país en el que nunca hemos vivido

demasiado pobres para viajar a Las Vegas
 
solos como sería la vida de ahí en adelante

con 200 dólares que juntamos para iniciar nuestra fortuna
con la esperanza de los que pierden toda esperanza
de pronto el vértigo te toma del estómago y me pides que me detenga
pienso en las buenas y en las malas: vomitas
pago con un billete de 5 dólares unas pastillas llenas de ibuprofeno
te pregunto qué tan mal te sientes y sonríes con los ojos húmedos
... in sickness in health to cherish with devoted love and faithfulness
‘till death do you part
 (ai du).

 Visita

Vestida para esta ciudad regresas,
Tijuana es difícil:
sus calles, la casa en que viviste, tus puertas
sus panteones, todos sin excepción, fosas comunes.

Droga dura para un junkie de recuerdos.

No es que extrañes su horario retorcido de puta sonriente,
ni la violencia que aseguras reacción común a tanta periferia
a tanto olvido.

Regresas porque aquí no existe el para-siempre.
Con tu vestido de noche larga y papeles en regla
profeta en exilio.

A Tijuana se vuelve cuando se corre el rímel.

He was Cassious Clay!
Me dicen que escriba que escriba y guarde
que entre y salga al papel al teclado
el uno-dos algún intercambio
que recuerde: verso fallido desgasta el doble
Que salte la cuerda por lo menos dos horas diarias
alimentarme bien dos uno-dos libros más libros
Que no diga todo que levante la guardia
que me guarde hasta el final
Me sugieren que me ponga a escribir para mí: Shadow Writing
al verme con los ojos hinchados y la boca reventada mi sparring me dice:
hazlo como cuando creías en tu magia tú puedes muchacho lo tienes en ti
por tu madre que también luchaba con su puño y letra
Por tus hermanos que te ven desde su propio ring
por tu padre que se partió el lomo
por ella que pide a gritos la campanada
entro y salgo con intercambios cada vez menos favorables
el hígado cuídate el hígado
la retina despegada y las manchas que te confunden
Me dicen que ya: 7
que no me levante: 8
que me darán la revancha: 9
que no puedo seguir pensando que escribir es de vida o muerte.


Omar Pimienta Tijuana B.C 1978.  artista interdisciplinario y escritor. Recibió su maestría en Artes Visuales por la Universidad de California en San Diego 2010 y Actualmente es estudiante de Doctorado en Literatura en UCSD. Ha recibido el apoyo a Jóvenes Creadores por parte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes 2009 y la beca de Investigación Artística de la Universidad de California el mismo año. En 2010 Fue acreedor del décimo premio de poesía Emilio Prado de el Centro Cultural Generación del 27 Málaga España por su más reciente Libro Escribo desde Aquí.

Colaboración: Jesús García Mora

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