JONATHAN ALEXANDER ESPAÑA ERASO




Oscar Rodríguez Amado





Lunes


La noche sopla en la ventana. Una sensación de fuga estalla en lo oscuro. Creo escucharte. Palabras negras de marfil llueven inesperadamente en este lugar. Apareces y desapareces, vuelves y te vas. Busco soñarte y sólo me queda la cavidad del sueño. Los fragmentos de tu recuerdo me alumbran. En tinta china labro tus carencias. Al borde estoy de tu cuerpo que prolonga el abismo. ¿Qué me queda? Un animal lacerado que despedaza el reverso de mi historia. Se vuelca otra vez lo inescrutable, la rasgadura, el dolor.


Martes

El fondo se agranda, se disuelve lo quebrado. Mi alma sobrevive sin orillas. Me rodean los cuervos que destiñen la penumbra. Creo que me sueñas. El amor negro se hunde con la pesadez del cielo invertido. Nos ahogamos. En los ojos abiertos se revela el testimonio de la inquietud. Mis labios lloran por tu remota transparencia.

Miércoles

Sé que no podrás comprender lo que me pasa, pero me hundo en las profundidades, en las entrañas abiertas de lo que llueve. Tus gestos desprendidos de la noche aún palpitan en mis heridas que bordean la levedad obscena del lamento. No creas que te olvido. Sólo recurro al agua insomne que desnuda un lugar de piedra para nuestros silencios.

Jueves

¿Cómo te recuerdo? Te lo diré: Te recuerdo como un libro en el que ya nada se escribe. Te recuerdo como una casa de vidrio en el desierto. Te recuerdo como el osario de la aurora. Te recuerdo como la ceniza de pájaros errantes. Te recuerdo como la guerra de las cosas que sostienen la fuga del invierno. Desde estos recuerdos y otros más, brillas y te dilatas. En todos los sentidos apuntas hacia la sombra del ángel desalado.


Viernes

La tempestad se refleja en tu rostro incierto. Por eso, no olvido que en el hueco de tu huida, huelo el trueno que destroza el navío, huelo el fuego de la incertidumbre, huelo el naufragio de tus adentros.

Sábado

Te miro desde lo oscuro, y te sé un ser fluvial que se hunde en las comisuras del recuerdo. Bajo tu ala de sombra se adormece el alfabeto de las sirenas. En este lugar escucho cómo el espíritu torrencial de la tempestad se quiebra. Late mi corazón en las aguas lejanas. En la entraña de tu canto, en la génesis acuosa de tus palabras, se alarga mi herida que es el mar de tus horas negras.


Domingo

Mi ventana es ya un arcano abierto al laberinto donde tu rostro asoma con la palidez de la niebla. Él, o sea tú, me repite incesantemente: “Extráñame para que los frutos blancos del abandono sean desollados en el alumbramiento del ahogado”. Luego te pierdes, como todos los domingos, entre aguas procelosas, para habitar la lejanía de mi cuarto que tiembla en la noche.




Posdata: No creas que después de todo queda una simple despedida. Aunque la cuerda penda de la viga, el mundo, nuestro mundo, ya tiene el cuello roto.




Jonathan Alexander España Eraso (Pasto, Nariño, Colombia). Licenciado en Filosofía y Letras. Especialista en Estudios Latinoamericanos. Ha publicado cuentos, textos poéticos y ensayos en publicaciones impresas y virtuales, tanto nacionales como internacionales. Co-fundador y co-editor de la Revista Cultural Avatares, editada en Pasto. Dirigió el suplemento cultural, bajo el sello editorial Avatares, "La Conjura de los Necios". 

Entradas populares

Lxs más leidxs