MARÍA ALEJANDRA BUELVAS


 Etude de la plante.1903.  Verneuil, M. P. 


PARA NO DECIR CATEDRAL

i.
Ir a orar no a los altares ni a las cruces

Sino a quien lijo mal la madera
de la única banca mal alineada.

A quienes vienen buscando la misericordia de la sombra,
un lugar donde reposar el almuerzo
un lugar para salvarse.

A todos ellos
y a sus rodillas feas.


ii.

Hace años que la arena de la playa alcanza el altar.
Pero todo sigue intacto.

La furia de mar
impotente
ante
tres
viejitas
que barren la iglesia
todos los días de dios
 

-----

La poesía no es para asentir
Perdón 
Quiero decir
Yo creo 
Que la poesía no es para asentir
Ni para estar de acuerdo
Ni para hacer reverencia
Ni inteligente crítica
La poesía no es para nada
Perdón
Quiero decir
Yo creo 
Que la poesía es
Una vieja sonriendo con su último diente podrido.
Un caimán.
Un dolor 
Punzante 
Rítmico 
En el hígado
Que no se asiente
Que no es para asentir.

*

Paro hombres como un árbol pare mangos.
Se me hincha el estómago y ya no me acuerdo de sus nombres. 

Algunos se quedan por el camino.
Están a medio parir aunque puje. 

Hombre tú, casi parido: ¡Saca la cabeza y ayúdame!

A ti que ya te parí: ¿Por qué no te vas? ¿Qué estás esperando?


POEMAS DE PARÁ:

i.
Rafael no deja de trabajar.
Llueve tanto.
Es viernes santo Rafael vete a tu casa
Que la gente vive sin coco rallado y sin tapioca
Solo ésta tarde.
Rafael hombre triste que miro desde la ventana.
En tu casa también te alcanzará la tristeza.
La angustia que crece los feriados porque se está yendo la vida
Debe ser peor sin clientes.
Quédate mejor en la barraca
Rafael
O has lo que quieras.
Que voy a saber yo 
Que nunca trabajé un viernes santo
Y que me gustaría tanto 
Que ahora alguien
Dios siquiera
Me hablara
Para pedirme una libra de
Tapioca.
De la de 3,50
Por favor.

ii.

Se apura una a aprender el nuevo idioma.
A pedir disculpas
A dar las gracias. a darlas muchas veces. y por todo.
onde é o banheiro?
Pero no se figura para que de verdad sirven las nuevas palabras:

Para hablarle a Dios

Para entender un discurso 
Pronunciado por una mujer de la calle
Una noche en la que llueve mucho. 



PREGUNTA.

Cuántas veces
habré matado
el mismo
mosquito
  

No su reencarnación.
No como una metáfora.

Sino como la perplejidad 
Del tiempo que se repite.

Heráclito equivocado
En el instante
En el que los dos
(El mosquito y yo)
Nos enfrentamos a la muerte
Siempre por vez primera


*

Que frio tan hijueputa.
Cómo será la puta que pare fríos
A qué hora se levantará
Cuál será su gesto para agarrar el cepillo
Será que sólo hierve la sopa de ahuyama
O también la licua
sabrá entristecerse sin enloquecer
pintarse las uñas sin pintarse las carnes
ser alegre sin desesperar.
¿Dolerá parir un frio?

Papas de fríos, no hay.
Ni de granos
Ni de dolores
tan hijueputas.

Son solo la puta
y sus hijos.

Sabe reconocerlos sin acordarse de sus nombres
Les mira la cara con una compasión recienacida

Porque hay que ser mucho más que un frio
Para ser un frio tan hijueputa.




María Alejandra Buelvas, (1995, Montelíbano-Córdoba) Escribe y  sin proponérselo de la vida en el pueblo, de la angustia cotidiana, de lo que de sagrado que hay en lo profano. Escribe porque si no se va muriendo.


Colaboración: Luisa Isabel Villa Meriño

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