Un joven viejo bebido
No
tengo la edad suficiente para caerme de borracho
pero
si la mayoría para comprar alcohol
conocí
a un viejo rabo verde
me
dijo como escribir
me
enseño que debo follar
drogarme,
tatuarme y fumar
leí
tanta poesía de el en trusas
y
cuando terminaba su estrofa
en
mis manos yacía una cerveza
un
puro usado y una nena desnuda
amanecía
tan seguido pero el cielo seguía oscuro
el
sol se iba tan de repente en un pestañeo
nada
más me sostenía que la virtud
la
virtud de un cuaderno viejo
lo
veía tan seguido, tomábamos juntos
me
seguía enseñando, sobre la fealdad, éramos feos
iba
a su casa, pero siempre que lo veía
terminaba
alcoholizado
hasta
que me pegaba la cruda
me
levantaba con un libro de el
y me
daba cuenta que ese viejo ya estaba muerto
Me tocó lidiar conmigo
Me
tocó lidiar conmigo, con mi soledad
con
mi cruda cada quincena
con
mis exigencias y amarguras
con
mi asqueroso aliento y suciedad
me
tocó lidiar conmigo
sin
tener sexo
sin
tener un cuerpo caliente
sin
tener dinero para ese whisky bueno
pidiendo
cigarros prestados.
En
un tiempo estuve mejor
me
tocó lidiar contigo
pero
ahora tú le bailas desnuda a el
lidie
con tu parte de la cama fría
lidie
con mis gritos y llantos
pero
me tocó lidiar conmigo solo
sin
perros ni gatos
sólo
esta máquina y un puro usado
La mosca
Volaba
por mi taza de café descafeinado
después
se deslizó hasta mi caldo de pollo.
Nadaba
tranquilamente aun así yo la mirara
por
mi cabeza, no tenía ese reflejo común
le
pegaba y salía lanzada del lado derecho
se
recuperaba y seguía volando encima de mí
me
comenzó a susurrar cosas tenebrosas
me
dijo que había estado en excremento de caballo
en
el de un judío y si fuera poco
en
la boca de un político
me
amenazó para dejarla tranquila
si
no tocaría mis labios
y
ahora mi boca sería más vulgar
Estupifrenia
Parte
fundamental de mí
cuestionada
y oculta entre venenos
bajo
piedras de oro, bronce y plástico
entre
ojos que no ven más que irrealidades
metido
en un motel de 2 estrellas sin mujeres
creyéndome
algún súper héroe
quitándoles
la estupidez con pablaras para sus pupilas
quitándole
el tiempo a un reloj sin pilas, cual me costó pocos pesos
y
ustedes, ustedes me hicieron miedoso a la estupidez
porque
los veo en cada bar pagando con oro
Libélula
Evolucione
a la especie de la resaca
culminando
montañas de porquería y mierda
manifestando
el glorioso fumo del tabaco
haciendo
cenizas el hígado y mí aliento
tras
una maquina inservible que proyecta letras
escondido
de la sociedad y de mi cuerpo gordo
de
las flacas piernas y abdomen saboreado de chicos ricos
yo
en una carcancha y ellos en autos del año, “sin licencia”
yo
con una uña enterrada y ellos con “pedicura”
No tan distintos
Ver
como el gato llora
lloro con el gato
como su dignidad en forma de croqueta
el come esperanzas comiendo mi
carne
veo soledad durmiendo en su cama de periódico
el ve sueños y compañía durmiendo en mi colchón
pero el sigue llorando
pero ahora estoy feliz
lloro con el gato
como su dignidad en forma de croqueta
el come esperanzas comiendo mi
carne
veo soledad durmiendo en su cama de periódico
el ve sueños y compañía durmiendo en mi colchón
pero el sigue llorando
pero ahora estoy feliz
¿Quieres mi sangre en una
copa?
Una
buena comida clásica
huevos,
frijoles y pan tostado
una
servilleta bien doblada
unos
cubiertos de plata brillosos
una
navaja para abrirme alguna vena
y
con el mismo jugo servirte un buen vino tinto
sin
ansias lo beberás al fondo y te golpeara
en
tu llanto de niño, en la columna del mojigato
en
las raíces del cuerpo fino o gente fina
con
alguna purificación de la mente asqueada
sea
por el sudor del obrero o se hacen los ofendidos
cual
música relativa, violín o piano
todo
lo contrario de una guitarra sonando a madres
ahora
el vino es blanco y espeso
o
¿será su saliva? por decir tantas babosadas
Mujer en tacones cortos
Es
fácil ver bailarinas en un tubo
pero
es difícil ver sus vidas tras esa poca ropa
sus
lágrimas o puede ser que sean felices
simultáneamente
te conmueven una excitación
pero
esa no es su intención, su intención es
por
poco o mucho, que le des dinero
unos
billetes verdes, para comer o comprar
tacones
de alta postura o tacones cortos
aunque
si sale una mujer de tacones cortos
los
hombres la van abuchear por baja estatura
a mí
me encantaría, a ellos no
por
eso nunca veras tacones cortos
sólo
en la calle con mujeres para enamorarte
Brandon Moran, poeta (Guadalajara Jalisco en
1997). Su carácter es peculiar, tímido y a veces solitario, bebe y fuma más que
su propio padre, quizá sea por joven, como se dijo, alguien solitario quien ama
el “realismo sucio”, por otros lados no obstante, invierte su tiempo en
escribir poesía y relatos cortos, basándose en su entorno y teniendo
experiencias, sin llegar a matar, pero si matar sus textos. No es muy fan de
muchas culturas, aunque si del arte. Su cara fría y su vestimenta tan casual
que pasa desapercibido. No se cree diferente, pero siempre dice que fue creado
por otro dios.