Sucesión I
Ayer por ejemplo descubrí que la vida era una palabra,
que una palabra era tan sólo un sonido,
que su sonido pretendía trascender en el tiempo
pero se convertía una y otra vez en una imagen borrosa.
Ayer por ejemplo me dictaron la palabra matices
casi como el sonido del golpeteo en el agua,
desmenuzaron en un segundo la palabra tesoro
tenía un eco en mi cavidad auricular
sugirieron que el olvido se tornaba seco,
se diseccionaba y se coleccionaba en alcanfor.
Ayer comprendí que es mejor un sonido que una palabra
y que existen tesoros que se dictan en milisegundos
son los que sugieren en forma de imágenes la palabra grandeza.
La palabra oscuridad que es impronunciable.
Sucesión II
No es una broma,
ayer descubrí que mi nombre era únicamente una serie de líneas y
curvas
que no había luna y había truenos
y los rayos iluminaban a través de la ventana como un mal presagio
daban el mensaje de que esto era una jaula con la punta de hierro
justo en el techo
y rodeados de metal la energía bajaría por nosotros.
Ayer no hacía falta contar el tiempo
ni la duración de los truenos para decir: la distancia no importa
citabas de camino a casa la extraña ausencia de silencio que
taladra tus oídos.
Ayer tomaste un libro y descubriste
que la poesía es la sierra que fractura en pedazos
hasta desechar y fragmentar y construir una nueva imagen
hasta dejar irreconocible la materia prima
El silencio terrestre
El Sr. presidente es la helada veraniega;
en el campo el tiempo es relativo.
Firme, la piel quemada ante el sol
apenas pegada contra el canto naranja
asoma la mirada: ictericia.
Circulo negro,
la respiración en la semilla
el cielo está estampado de ruido,
rasgas el suelo al ritmo del destello de las sirenas
hacia abajo la vida, observas hacia arriba uno al lado del otro.
El ruido transforma la verdad por metal,
lo negro por futuro
ante la falta de aire, estático permaneces.
Distribuir de formas diversas tu tiempo
Podría ser cumplir con el número establecido de proyectos,
de nombres, de inhalaciones y exhalaciones en un minuto
podría significar sugerir en medio de la presión forzada
eventos narrados como una serie de hechos en diagramas de flujo
como quien considera el tiempo un ciclo eterno irrelevante
sugerir por ejemplo contar números pares, impares y silabas.
Podría entonces ser contemplar desde tu propia azotea
el número de peatones,
el número de balas por minuto
el número de muertos por hora como una frecuencia establecida
el número de historias que suenan contra el metal
viendo tu rostro hecho tierra en la planta baja.
Actualmente todos hablan del peligro de extinción
la expresión inconsciente que se relata en forma anacrónica
que se dicta ,como ejemplo: todo debe ser verde
no debe pisar el césped, cultive flores.
La extracción sistemática de testimonios
decide estrujar el relato original hasta obtener microficciones.
No es suficiente para nadie observar de fondo el suelo rojo
y de frente la cara de su hija en el suelo desfigurada.
Todo debería ser verde
actualmente todos hablan de peligro.
4 a.m.
Lo peor de mañana
no viene designado en su nombre, en su vida, ni está escrito
no es una ecuación, ni un secreto
es una sorpresa que se obtiene de manera aleatoria.
No pretende ser una ley ni pasar por alto a las demás personas
lo peor de mañana es una oración de noche no cumplida,
es el silencio de fondo a la habitación
una llamada que irrumpe en tu sueño.
No siempre hemos de ganar
No es necesario ganar más de cuatro veces continuas
se requiere ganar solo lo necesario
la perdida sistemática es una partitura derretida: silencio.
Existen escenarios cuya marca de agua es fracaso
y aun así se retracta en ellos el lenguaje
en esos casos excepcionales es necesario borrar todo rastro
destruir la identidad, pero quedar vivos;
no es necesario ganar siempre.
Cronología
No es suficiente considerar en línea recta
el tiempo sin escalas, sostenidos ni bemoles
agradecer ante la crisis el número de posibilidades
agrandar las palabras
versos en la hoja en producción en serie.
El ruido aturde el intento de escritura
succiona las ideas, la forma
la tinta es solo la materia
las letras son solo figuras
la respiración marca el número de piezas por hora.
Ericka Deyanira Ovando Becerril (Ciudad de México, 18 de diciembre
1996) reside actualmente en la ciudad de San Luis Potosí, es pasante de la Lic.
en Lengua y literatura por el Instituto de Estudios Universitarios y está
terminando su tesis. Egresada de Ingeniería Biomédica por la Universidad
Autónoma de San Luis Potosí. En el 2015 resultó ganadora del primer concurso
MasterPeace en la categoría de cuento. Formó parte del taller de poesía:
Comprender al Salmón IPBA-CEART-Casa Ramón López Velarde en 2014-2016; así
mismo participó en los diplomados de creación literaria: 2018 INBA-CEART y en
el primer diplomado virtual INBA 2020.