Decir
pueblo,
decir
amor, exilio, tormenta,
olvido.
Repetir
olvido e intuir pasado.
Pasado
como esclavitud,
cautiverio,
prisión,
condena.
Pronunciar
destierro,
es
decir abandono
o
extravío.
Volverse
estatua,
negar
la muerte
y
la sangre
y
las balas.
Negar
la genealogía,
renunciar
a la continuidad
y
a la cotidianidad.
Negar
el lenguaje,
es
decir
la
vida
es
decir
todo
lo demás.
EXTRAÑO CARACAS
y la incertidumbre de las palabras que
se escapan de tus orejas
es decir que no somos los que no estamos
aunque pronuncie tu nombre cuando
insinúen valle.
tengo un vacío en el medio de todo
como un hueco que no esquivo en cada una
de tus carreteras
y cuando vamos pasando por la autopista
desearía
no llegar nunca.
llévame al cementerio del este
(aún no es tan tarde)
y déjame mostrarte la tumba de mi
tatara-abuela.
¿ves esta página en blanco?
aquí no quiero morirme
aquí tan lejos.
*
Esta herida se ha
vuelto ciudad
y comienzo a habitar
cada ausencia.
voy persiguiendo mi
propio fantasma
en cada esquina
en cada bar
y en cada lengua.
proyectar también es una forma de arte,
pero yo,
yo me quedo con la poesía,
con este océano que nos separa
y que llamamos soledad.
lo que quiero decir
es que no te pienso:
nada me recuerda a ti
porque tú me
recuerdas a todas las cosas.
amor:
nos sobraba tanta cama,
nos sobraba tanto espacio
y tiempo
y risas.
nos acostabámos sin piel,
amanecíamos sin cobijas.
ahora toca poner el vacío
allí
justo donde tú estabas.
en tu ciudad o en mi ciudad,
ya nada alcanza.
La cotidianidad nos
vuelve autómatas:
un pie delante
de otro pie
delante
de
otra bala
delante.
aquí desde el exilio
empleamos otras
formas:
el no-estar-no-ser
no-ser-no-estar
aún así
siendo
estando.
pero todo duele
lo que duele un
muerto:
el amigo
de
un amigo
de
un amigo.
seguimos cantando
como si nada pasara
y nada pasa.
VIA DEL FUSARO, 2.
esperando
aquí
que llegues
o no llegues.
me marcas
tomo mi abrigo
olvido mis guantes
sostengo la
respiración hasta llegar a la planta baja.
aquí estoy
te abro la puerta
tres escalones
te espero en
silencio.
no llegas
no llegas
tu amor ya es
ausencia
y yo
aquí
tan sola
te espero.
Alejandra Rotondaro
(Caracas, 1995). Estudiante en
Letras Clásicas y medio adivina.