LA DE LOS OJOS ABIERTOS
La
vida juega en la plaza
con
el ser que nunca fui
y
aquí estoy
baila
pensamiento
en
la cuerda de mi sonrisa
y
todos dicen esto pasó y es
va
pasando
va
pasando
mi
corazón
abre
la ventana
vida
aquí
estoy
mi
vida
mi
sola y aterida sangre
percute
en el mundo.
pero
quiero saberme viva
pero
no quiero hablar
de
la muerte
ni
de sus extrañas manos.
LA ENAMORADA
esta
lúgubre manía de vivir
esta
recóndita humorada de vivir
te
arrastra Alejandra no lo niegues
hoy
te miraste en el espejo
y
te fue triste estabas sola
la
luz rugía el aire cantaba
pero
tu amado no volvió
enviarás
mensajes sonreirás
tremolarás
tus manos así volverá
tu
amado tan amado
oyes
la demente sirena que lo robó
el
barco con barbas de espuma
donde
murieron las risas
recuerdas
el último abrazo
oh
nada de angustias
ríe
en el pañuelo llora a carcajadas
pero
cierra las puertas de tu rostro
para
que no digan luego
que
aquella mujer enamorada fuiste tú
te
remuerden los días
te
culpan las noches
te
duele la vida tanto tanto
desesperada
¿adónde vas?
desesperada
¡nada más!
CENIZAS
La
noche se astilló de estrellas
el
aire arroja odio
embellecido
su rostro
con
música.
Pronto
nos iremos
Arcano
sueño
antepasado
de mi sonrisa
el
mundo está demacrado
y
hay candado pero no llaves
y
hay pavor pero no lágrimas.
¿Qué
haré conmigo?
Porque
a Ti te debo lo que soy
Pero
no tengo mañana
Porque
a Ti te...
La
noche sufre.
LA ÚLTIMA INOCENCIA
Partir
en
cuerpo y alma
partir.
Partir
deshacerse
de las miradas
piedras
opresoras
que
duermen en la garganta.
He
de partir
no
más inercia bajo el sol
no
más sangre anonadada
no
más fila para morir.
He
de partir
Pero
arremete ¡viajera!
LA JAULA
Afuera
hay sol.
No
es más que un sol
pero
los hombres lo miran
y
después cantan.
Yo
no sé del sol.
Yo
sé de la melodía del ángel
y
el sermón caliente
del
último viento
Sé
gritar hasta el alba
cuando
la muerte se posa desnuda
en
mi sombra.
Yo
lloro debajo de mi nombre.
Yo
agito pañuelos en la noche
y
barcos sedientos de realidad
bailan
conmigo.
Yo
oculto clavos
para
escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera
hay sol.
Yo
me visto de cenizas.
LA NOCHE
Poco
sé de la noche
pero
la noche parece saber de mí,
y
más aún, me asiste como si me quisiera,
me
cubre la existencia con sus estrellas.
Tal
vez la noche sea la vida y el sol la muerte.
Tal
vez la noche es nada
y
las conjeturas sobre ella nada
y
los seres que la viven nada.
Tal
vez las palabras sean lo único que existe
en
el enorme vacío de los siglos
que
nos arañan el alma con sus recuerdos.
Pero
la noche ha de conocer la miseria
que
bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas.
Ella
debe arrojar odio a nuestras miradas
sabiéndolas
llenas de intereses, de desencuentros.
Pero
sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos.
Su
lágrima inmensa delira
y
grita que algo se fue para siempre.
Alguna
vez volveremos a ser.
Privilegio
I
Ya
perdido el nombre que me llamaba,
su
rostro rueda por mí
como
el sonido del agua en la noche,
del
agua cayendo en el agua.
Y
es su sonrisa la última sobreviviente,
no
mi memoria
II
El
más hermoso
en
la noche de los que se van,
oh
deseado,
es
sin fin tu no volver,
sombra
tú hasta el día de los días.
Alejandra Pizarnik, poeta argentina (1936 - 1972)