SANTIAGO GRIJALVA









Concurrencias

I

Camino sobre la vereda de la niñez tardía,
sostengo la idea de un niño sobre la cuerda floja,
luchando con la inercia del equilibrio
al lado derecho; los tiburones
y al contrario las arrugas.

El público enmudece esperando la caída,
porque es más dulce el fracaso
cuando todos lo esperan,
es más tenue el golpe en la cabeza
cuando se conoce la ausencia de redes
por debajo de la cuerda.

Es mejor aceptar el resbalón como costumbre
y no justificarla con engaños de pie
o esguinces de tobillo,
es mejor procurar la verticalidad del cuerpo
para cerciorar lo letal de la caída,
es mejor zurcir un traje a medida de las nostalgias
que silueta de este cuerpo herido,
por eso ando con mi abrigo extra grande
para que me alcancen todas las soledades.

Aquí, el mejor remedio es el cuerpo,
la mejor dermis, la máscara de teatro,
es mejor andar a paso firme
sin pensar en desplomarse,

cuando el tiempo quiera,
tendré que escoger,
los tiburones 
o el niño moribundo de mi piel.

II

Si volviera al retrato
y me viera con los ojos menos cansados,
se acaso en algún momento
todo el cuerpo volviera a los cinco años,
a los dulces interminables,
a los cuchillos sin afilar,
si la impertinencia me permitiera llorar en reversa
hasta llegar a la herida permanente de los días,
al tono mojado de las derrotas,
a la ironía sin intencionalidad posible
a la inocencia no premeditada,
si mi cuerpo decidiera estar noctámbulo 
todas las noches después de esas fracciones 
de segundo,
si me volviera una mañana de colores inexactos
donde ahora tropiezo con las nostalgias que olvidé.

Qué te dijera, qué reproche te haría,

Que no subas a los árboles
porque mis manos se estropean,
que no la bicicleta
que ya tenemos más de un hueso fuera de su lugar,
que no llores en los armarios 
porque esas costumbres perduran,
que no pierdas el tiempo siendo inútil,
que deje de acomodar hormigas en las rutas de los extraviados,
que leas los libros que se me olvidaron
y ahora me da vergüenza hacerlo,
que corrijas la postura de nuestra soledad,
que no llenes los bolsillos de arena
cuando te despidas del mar.

Pero estoy absorto frente al lente Leica de mi padre,
y no hago más que contemplar las estrellas
encorvarme y morir en cada bocanada,
únicamente persiste este reflejo 
de aquel niño que soñaba
y le nacían luciérnagas.

(Inédito)

Declaración sobre el dolor

Dónde vivir, 
dónde sentarse a resumir las heridas, 
dónde acariciar a los perros abandonados de la piel, 
dónde reinventarse, 
dónde ser destello de utopía, 
dónde caminar sin esperar que los pies se encallen, 
dónde confesarán los manantiales su grito de luz,
dónde quedarse para pender del hilo 
que no atraviese la aguja de la melancolía.

Dónde quebrarse el alma como un cretino.
(Inédito)

Plegarias sobre la renuncia

Si ya no renuncio a nada 
¿qué llaga me encontraré en el pecho,
qué luz jugará a distraerme,
qué noche me romperá esta estructura, que sin ser madera se incinera,
qué plaza, río o escalinata servirá de vanguardia?

Estas rodillas carcomidas por los cielos, 
los ojos expectantes
¿qué ruidos entrarán para importunarme el sueño?
¿qué suelo será roca de mar
sin abismo en el lomo de las ballenas?
¿qué sentido desarmaré?
¿qué brazo romperé en soledad?
¿qué esquina regalaré
para decirte que fue la primera nostalgia?
¿qué puño dejará soledad en las dunas de mi cuerpo?
¿qué astro me inventaré para regalarte,
para desvestirte,
con el único fin de conocer la luz?

Agrieta este cuerpo con tus silencios
con el dolor colgado de los cordeles sin propósito.

Los ojos pesan
ya no hay sueños prendidos en mis cigarros
en la forma de mis uñas que rasgan 
las piedras del empedrado,
buscando vida 
como un río interminable
en el fruto del agua y su vientre

rasgo la luz 
y encuentro piedras.
(Inédito)

Mito del Héroe

Siempre fui un defensor absurdo de muchachas.
Al bajar la calle pasaba el tiempo,
mis labios se sellaron
mis palabras se quedarán solo para escribirte.

El mito del héroe desaparece.
Ya no era el que sacrificaba
un golpetazo por un beso.

Nunca fui un semidiós,
tampoco mis fuerzas rebasaron lo inaudible
nunca fui Hércules ni menos un superhéroe de Marvel o Dc.

Me sentía inmortal cuando no era el que golpeaba primero,
también recuerdo que mis hazañas iban desde salvar hormigas
y un par de arañas que asechaba mi gato.

Me pregunto:
¿Fui yo el que creó las circunstancias?
Tal vez siempre fui el culpable,
porque no me atreví a salvarte para salvarme.

Nunca fui Clark Kent, porque los lentes me avergüenzan
Fui héroe sin músculos y poco ágil.

Cuando colgué mi capa y se me dio por escribir la historia,
quedó un verso desalineado.

Entonces, solo entonces,
volví a mirar mis pies que no flotaban
y mis brazos no te cargaban por la noche.

Ahora fumo -por si acasoy
nunca peleo si no es con mi sombra.
(Arreglos para la historia, 2017)

Fundar una ciudad

Elegir la calle
que me lleve a tu dormitorio.

Héroes en las plazas,
un manojo de pájaros,
césped en las aceras
flores en las alcantarillas,
periódicos rodando por el empedrado
y un par de personas
para recordarnos que aún vivimos.

Escoger
lluvia por la noche
para tener el pretexto de meternos en la cama.

Si fundo una ciudad
sé que tendrá tu nombre.
(Cerrar una ciudad, 2019)





Sobre el autor:
Santiago Grijalva. (Ibarra, Ecuador; 1992) Psicólogo Social Comunitario. Publicó los poemarios; La revolución de tus cuerpos (2015), Arreglos para la historia poemario (2017), Los desperdicios del polvo (2018), Cerrar una ciudad (New York PoetryPress, 2019).Consta en la Antología de Poesía Española Contemporánea "Y lo demás es Silencio Vol. II"(Chiado Editorial; Madrid, 2016), Seis poetas ecuatorianos (Editorial Caletita; México 2018). Sus poemas han sido publicados en la revista Aérea Revista HispanoAmericana de Poesía (Santiago de Chile; 2018) Utopía (Edición N°93; 2016). Cuando E. P. Thompson se hizo poeta: revista de poesía política (N°4; 2017). Además, en varias revistas digitales en Iberoamérica.Participó como invitado en el Festival Internacional de poetas Poesía en Paralelo Cero (Ecuador, 2016) y Las líneas de su mano (Bogotá,2018), Jauría de palabras (Bolivia, 2019). Coordinador del Décimo y Undécimo Encuentro de poetas en Ecuador “Poesía en Paralelo Cero”.



Colaboración: Sara Montaño Escobar





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