MARTINA CRUZ






Kilogramo




Voy al amor
como abriendo la heladera
por décima vez
sabiendo que no hay
nada
confiando




Días mirando el pasto
vi dos hormigas llevando a una tercera inmóvil 
a cuestas
como llevando el cuerpo de una hermana muerta 
marchando lento
de vuelta al hormiguero 
lento
entre los túneles de más abajo 
lo que sostiene cualquier imperio 
no es extraño
nosotros también vamos a lo oscuro
a comer a nuestros muertos
para sobrevivir.

Días mirando el pasto
a veces no hay fondo que alcance
contra la vergüenza 
de lo íntimo
rascar sin tregua
lo que pica.



Kintsugi

En Japón 
hay una técnica para arreglar
fracturas de cerámica
se hace con 
barniz de resina
mezclado con polvo de oro
tienen la idea de que
las roturas
las reparaciones
forman parte de la historia 
del objeto
y creen que no deben ocultarse
al contrario
deben incorporarse
y así
crear una belleza de la herida

cuando miró mi cicatriz en la pierna
la veo tan débil
esa piel tan poco gruesa
que siento que si la toco muy fuerte
se va a diluir
en esa misma cicatriz
siento el tumor escondido entre mis genes
en esa misma cicatriz
siento una inseguridad sexual
que si abro mucho las piernas
quizás me rompa
en esa misma cicatriz
cierta seguridad
de que sí llegue hasta acá
puedo seguir resistiendo

pero yo
 no nací en Japón
ni soy un objeto roto
a mí me cosieron con hilos 
no con oro 
y
a veces
cuándo estoy sola
abro la cicatriz
para que entre un poco
de luz.




La cintita roja

I
Te acordás cuando mi viejo se consumía
y vos trajiste una cintita roja 
que si pensabas en no sé qué número mágico
muchas veces 
se curaba

Ese sos vos insistiendo:
la ternura levantando árboles de raíz
con silbidos

II
Sobre todo me acuerdo 
que mientras mi viejo se volvía crisantemos
yo pensaba que ojalá hubiera funcionado lo de la cintita roja
como un último acto de magia
una esperanza de vidrio

III
Mi vieja encontró la cintita roja
la tiró a la basura por error
sin entender
porque las viudas no entienden

Creo que nuestro amor 
tuvo el mismo destino
una lástima también.




Sobre la autora: 
Martina Cruz nació en 1997 en Temperley, Buenos Aires, Argentina. Estudia la carrera de Letras en la Universidad de Buenos Aires y Guión cinematográfico en la ENERC. Concurre al taller de narrativa de Laura Massolo y recita en varios ciclos de poesía. En septiembre de 2017 publico su primer libro de poemas "Camino negro al fondo" editado por El Rucu Editor. En mayo de 2018 la publicaron en el libro "La sangre en las fiestas cortas", una antología de poetas editada por Textos Intrusos. En septiembre de 2018 publicó una plaqueta junto a Camila Guardia titulada "Esto no es un poema de amor" editado por BRUTA. En diciembre de 2018 público su último poemario titulado Call Center por Rama editora. 


Colaboración: Sara Montaño Escobar








Entradas populares

Lxs más leidxs