LUCÍA CUPERTINO





  
De No tiene techo mi casa / Non ha tetto la mia casa,
Casa de poesía, San José, 2016 


MOSUL è il vapore di un tè
inebriante e spaventoso
a ogni sorso dalla tazza
un mostro si sprigiona.

Sono sbarcato con la mia famiglia
c'è pure un'orfana siriana
vorremmo portarla con noi.

Custodisci nelle tasche
un'orchidea aggrinzita di ricordi
...le percosse la distruzione
la deflagrazione di ogni sogno...
eppure il tuo cuore resta
una porta spalancata.

Apri e mi trasporti
nella tua Mosul dove fuggi
fuggi e poi ancora fuggi.
Fuggo già quasi anch'io
e la cicatrice sulla tua gamba
adesso compare sulla mia.

MOSUL es el vapor de un té
embriagador y espantoso
a cada sorbo de la taza
un monstruo se desprende.

Desembarqué con mi familia
hay también una huérfana siria
quisiéramos llevarla con nosotros.

Guardas en tus bolsillos
una orquídea arrugada de recuerdos
...los golpes la destrucción
la deflagración de todo sueño...
aún así tu corazón es
una puerta abierta de par en par.

Abres y me llevas
en tu Mosul donde huyes
huyes y luego aún huyes.
Casi huyo yo también
y la cicatriz en tu pierna
ahora aparece en la mía.



*

LA MADRE con cui raccolgo asparagi
il caffè con zenzero dal balcone del mondo
della raccoglitrice di storie di bottoni
la guardiana dell’atelier di poesia
e il vestito guatemalteco dimenticato
la nonna con cui spacco le fave
la matrice della gatta assonnata
che si gonfia come zampogna
l’antropologa giunta in Etiopia
per recuperare una varietà locale
la bisnonna della prima focaccia
ammassata con fini mani
la madre dell’amico chitarrista
ad offrirmi un pezzo di strudel
l’amica che si racconta in lis
e ha della rugiada negli occhi
la crocchia della nonna elvetica
scomparsa nell’ora in cui ero a Dresda
nel cimitero ritratto da Friedrich
l’indigena dai capelli di corvo
e un figlio appeso al suo seno.

Quante vite ho ricevuto in dono,
siete tutte nel grembo degli occhi
e vi inanello come chaquiras
tra le abili mani della donna
che dopo il rituale del yagé
inizia a tessere la sua visione.



LA MADRE con la que recojo espárragos
el café con jengibre al balcón del mundo
de la recolectora de historias de botones
la guardiana del atelier de poesía
y el vestido guatemalteco olvidado
la abuela con la que parto las habas
la matriz de la gata dormida
que se infla como una gaita
la antropóloga que llegó a Etiopía
para recuperar una variedad local
la bisabuela de la primera focaccia
amasada con manos delgadas
la madre del amigo guitarrista
que me ofrece un trozo de strudel
la amiga que se relata en lis 
y guarda rocío en sus ojos
el moño de la abuela helvética
fallecida justo cuando estaba en Dresde
en el cementerio retraído por Friedrich
la indígena de pelo corvino
y un hijo colgando de su pecho.

Cuántas vidas he recibido en don,
aquí están todas en el regazo de los ojos
y las ensarto como chaquiras
en las ágiles manos de la mujer
que después del ritual del yagé
comienza a tejer su visión.


*

                                                           a un guardiano del bosco

QUATTROCENTO querce mi corteggiano
in una danza di selva venti e liane
questa notte solo mancano ali di colibrì
per librarmi in cima agli alberi.

Quattrocento gli echi nel cuore
quattrocento o molti di più i morti
su questi monti dormono,
maturano lentamente
coperti da un sonno di abusi
accumulati in forma di foglie,
sono stati quattrocento i colpi
di machete fucile coltelli                          
quattromila o quattro milioni,
chi ha tenuto i conti?
E abbattevano giovani afflati
abbattevano la rugiada del mattino,
anche il verso dell'uccello alla luna                                          
ancora ripete il grido di donne abortito.

Ma tu un k'atun fa hai lanciato semi,
hanno resistito a tutti gli assalti:
quattrocento querce mi corteggiano stanotte.



                                                           a un guardián del bosque

CUATROCIENTOS robles me cortejan
en una danza de selva vientos y bejucos
esta noche sólo faltan alas de colibrí
para remontarme hasta la cima de los árboles.

Cuatrocientos los ecos en el corazón
cuatrocientos o muchos más los muertos
sobre estos montes duermen,
maduran lentamente
cubiertos por un sueño de abusos
acumulados en forma de hojas,
han sido cuatrocientos los golpes
de machete fusil cuchillo
cuatro mil o cuatro milliones,
¿quién ha llevado la cuenta?
Y tumbaban jóvenes hálitos
tumbaban el rocío de la mañana,
inclusive el canto del ave a la luna
todavía repite el grito de mujeres abortado.

Pero tú hace un k'atun  lanzaste semillas,
resistieron a todos los asaltos:
cuatrocientos robles me cortejan esta noche.



Poemas inéditos y de: Il corpo, l’eros. Antologia di testi poetici, Ladolfi editore, Borgomanero, 2018 y de: Cinco poemas de Lucia Cupertino, colección Una hoja un libro, Los Ablucionistas, México, 2017




EN EL BOSQUE

Un pájaro carpintero picotea
en los bordes del mundo,
vendrá abajo? Preguntas inquieto.
Borrados apenas por la niebla
que contagia este bosque,
te contesto segura: Claro que no.

Por dentro ecos:
vendrá abajo? Vendrá abajo?
Todo es tranquilo
aunque
la reja del área restringida
donde cazan empiece aquí
aunque
los aviones vuelen bajos
hasta aquí donde tú y yo
nos metimos en búsqueda
del árbol que rige el cosmos
con la intención de subirnos
hasta la constelación de tu papá.
No viene abajo todavía,
el crujido de hojas secas
nos acompaña en el camino.

Mira: del hoyo salió una serpiente!
Y el embate de verdes y rojos
destapa el odre del mundo,
allá vienen las almas dolidas
con sus nenias selladas por siglos
allá vienen a cobrarlo caro.
Se viene abajo todo, corramos.
Pero no lo digo, sólo te abrazo.


*

RÍO CAUCA

Yo te vi desde lo alto de un puente
río Cauca que surcas esta tierra dorada,
pero fue en un sueño de pájaro que vi
los cuerpos hinchados a ras del agua
los chulos desenredar sus entrañas
las faldas rasgadas de tanto olvido.

Cuando la verdad hace nido en mi boca,
irrumpen balsas y todo un pueblo las habita.
Son los ojos de los sin justicia a asomarse,
tus propios ojos, río Cauca, todavía arden.


*


LONTANA DA TE È NATA LA POESIA

                                                                      
Lontana da te è nata la poesia,
da pugni e calci a perdifiato,
dalla veemente tua voce
di spaventapasseri notturno.
Pure quando il cielo sibilante
annunciava una festa di stelle,
confabulavi con Marte
per ridire alle galassie
il big bang dei nostri nomi.

I seni turgidi di terrore
la bocca impastata di silenzio,
lontana fuggiva la poesia
quando la tua rabbia di cinghiale
mi schiantava al suolo
mentre i miei occhi di mirtillo
reclamavano altri sussulti.

Perchè l’orgasmo fu una stella fugace
e la distanza dei miei passi dai tuoi
mi fece piantare una tenda
nel mezzo della via Lattea
e lì trovare un croco: la poesia.



LEJOS DE TÍ NACIÓ LA POESIA

Lejos de tí nació la poesía,
de puñetazos y patadas a más no poder,
de tu vehemente voz
de nocturno espantapájaros.
Inclusive cuando el cielo sibilante
anunciaba una fiesta de estrellas,
confabulabas con Marte
para repetir las galaxias
el big bang de nuestros nombres.

Los senos turgentes de terror
la boca pastosa de silencio,
lejos huía la poesía
cuando tu rabia de jabalí
me estrellaba al suelo
mientras mis ojos de arándano
reclamaban otros estremecimientos.

Porque el orgasmo fue una estrella fugaz
y la distancia entre mis pasos y los tuyos
me llevó a instalar una carpa
en el medio de la vía Láctea
y allí encontrar un croco: la poesía.



Nota: El azafrán son los estigmas secos de Crocus sativus, una especie que florece en otoño.


*

RÍO PARANÁ

Ríos y en su fondo nuestra ceguera:
mutilada memoria de plomo y mercurio,
los más poderosos agrotóxicos
flotan como sirenas malvadas
en aguas de feto abortado.

Cuando me vaya, se quedará el río,
retumban en mi cabeza tus versos.

Se quedará el río, Bárbara?

Quedará algo del que tomaremos
tú y yo a la ribera de esta inmensidad?
Quedará algo para las algas
los peces las nutrias las raíces
de esos árboles que cantan
a lo largo de todo el Paraná?

Callas, absorta.
Callan nuestras trompas de mariposas
la sutil vibración se quebranta
y la piedra que arrojas
retumba en los corazones.

Sembramos muerte en estas aguas.

Y así estamos,
pero despreocúpate
dicen las agencias,
compensa y paga
que la plata todo lo perdona
que la plata todo lo transforma
que la plata todo lo sana.

Pero tú callas, absorta
como yo adentro donde
no encuentro el cincel
que esculpa mi dolor.

No, no nos conformamos:
ni frustración, ni compasión
ni sobornos al sentir, Paraná,
nos llevarán a la inacción.
Otra humanidad
levantará tu luz
ya existe ya va en camino,
no la pares,
súmate
sueña:
no es utopía salvar nuestros ríos.




LUCIA CUPERTINO (1986).   Antropóloga cultural, escritora, traductora y permaprendiz.  
Escribe en  italiano y español, reflejo de su vivencia entre su tierra nativa (Italia) y su tierra adoptiva (Abya Yala) y en particular Colombia, donde ahora radica.
Ha publicado: Mar di Tasman (Collana Isole, Bologna, 2014), la antología bilingüe Non ha tetto la mia casa / No tiene techo mi casa (Casa de poesía, San José, 2016) que ha recibido el premio “Comunitarismo” de Versante Ripido; un libro-origami “Cinco poemas de Lucia Cupertino” (Los Ablucionistas, México, 2017). Ha sido incluída en antologías de distintas latitudes.
Sus poemas  han salido en revistas internacionales como Círculo de poesía, Aerea, La otra, Vallejo and company, Monolito, Bitácora pública, Nuovi Argomenti, Fili d'aquilone, Irisnews, Versante ripido, Sagarana, Carmillaonline. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, español y albanés.
Cofundadora de www.lamacchinasognante.com, revista de literatura, ciencias sociales e imaginarios postcoloniales. Es traductora y editora de la edicción italiana de Los 43 poetas por Ayotzinapa (Arcoiris, 2016) y del poemario de Bárbara Belloc, Canodromo (Edizioni Fili d’Aquilone, 2018).
Participa en proyectos de transición y permacultura en Latinoamérica y Europa, con el afán de caminar junto a movimientos que propongan alternativas reales al modelo social dominante. Ha sido intengrante durante dos años de una comunidad agroecológica cerca de Cali. En Colombia está llevando adelante una investigación-acción participativa centrada en el manejo comunitario de reservas y ecosistemas naturales

Colaboración: Luisa  Isabel García Meriño


[1]
        [1] Escritos en italiano, traducción a cargo de la misma autora.
[2]
        [2] Lengua de signos italiana.
[3]
        [3] Ciclo calendárico maya, corresponde aproximadamente a veinte años.
[4]
        [4] Escritos en español.

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