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Estefanía García Gómez |
Como si de algo sirviera
no edulcorar la bilis
exponerme a la minoría
mostrarme cáustica o estúpida
copiar/pegar/retroceder/añadir/borrar
en el cajón de los calcetines huérfanos
junto al libro de verdad que no sucede
cantando las canciones que no cantas conmigo
con un cansancio de universo
orbitando la palmada en la espalda que no llega
porque emocionar no es suficiente
porque hay que ser brillante
(o tener padrino
o centellas en la boca
o el culo prieto
o quince años menos
o todo a la vez)
contengo el reflujo a días alternos
mantengo la creencia de ser miembro por derecho pero
acumulo cuadernos que dan risa o pena a partes
iguales y ambiciono ser mejor y
no me sale
me preguntas cuándo voy a dejar de ser tan infantil
tengo un cansancio de universo
este poema se autodestruirá en veinte segundos
Dónde está Dios, ahora
que quiero dormir
sin cruzar los dedos,
sin temer que la cobertura
me deje fuera del presente
Ahora
que quiero ser
omnipresente,
omnipotente,
omnisciente
(y serena)
Soy solamente
h u m a n a
Una madre de regazo pequeño
y miedo grande
La fortaleza se reduce
a una llave que no encaja
en ninguna cerradura
Una puerta secreta
tapiando cualquier entrada
- sin salida -
Cuál es el inicio del camino a casa
Quitarse la huella del primer llanto
No sonreír no es ser inevitablemente piedra
Hasta las piedras tienen pulso
Lento
Inaudible
Como si el primer llanto
no hubiera quedado registrado
en ningún reloj
El primer paso es sentarse a esperar
entender
los posos del café
Esperar como si el resultado
no fuera a llegar nunca
Relajar el rostro
y dejar de preocuparse
por haberse quedado
huérfana de destino.
Soy una mujer extraordinaria:
mitad mujer
y mitad mujer
Laura Rodríguez Sayd (Madrid, 1977) Licenciada en Historia de Arte y Educadora Infantil. Madre desde 2011. Le gusta reinventarse, aunque siempre acude a la poesía. “Ama de casa” es su primer poemario publicado, ha sido ilustrado por Estefanía García Gómez.
Colaboración: Sara Montaño Escobar
