ANA PAULINA SOTO



Eduardo Mártinez




pequeña flor azul
retorna a tu torrente
me ahoga el oxígeno en tu cordón
no seré capaz de soportar
tanta intoxicada felicidad

hijo mío,
dulce sanguijuela
chuna prendida a mi corazón
el torrente de las horas es un riachuelo en tu memoria
y salvaje tsunami en la mía

guanchaca adorada
cuy demoledor de porcelanas
membrillo constructor de huracanes
me has extraído hasta la última gota de humanidad
con tu beso embarrado en chocolate





es insólito ver
cuando se rompe un corazón
se quiebran rincones inconcebibles
dominados por mariposas súbitas
y viene el recuerdo
el olor de tus besos
el sabor de tus celos
la conciencia partida a la mitad
de la noche en que compartimos la cuchara

qué fugaz es la felicidad
qué libertina
abre las piernas para cualquier obrero esperanzado
de este valle en escombros
y luego se va
dejando su perfume encantado
provocando un dolor insoportable entre los dedos

corazón traicionado
no has avisado que te has muerto
tuve que deducirlo por el largo fantasma
que arrastré por los juzgados




¿y si hablamos más alto?
¿y si inventamos
la rueda onírica que levanta
montañas acusadas de espectros?
¿y si cogemos un pezón abnegado
y le damos la vida de una arpía?
mitología salvaje corregida en el contexto
horizonte letal de un glotón de mujeres
ya no incendiarás nuestros jardines
con cruces inclementes
ahora el lápiz labial
también dibuja el teorema de Pitágoras
sobre el espejo
el machismo rancio que ostentabas
es solo una mosca hostil que 
se golpea contra la ventana
mentes femeninas fascinadas
por las leyes sedientas de la inercia
los álcalis y las teorías
hipótesis:
¿sigues siendo mujer si tu mente es clara?




húmeda mujer entre humaredas
ojos acuosos de deseos siniestros
mar de saliva y piernas engarzadas
en el largo collar de la lujuria
hembras estremecidas, leña crepitante
temblando bajo el manto de los ojos nuevos
¿estableceremos leyes civiles
en el desorden hermoso del amor?

te amo, niña mía
dueña de mis hartazgos
tus manos son templarios
buscando mis dragones
no iremos al cielo, pero
entraremos al desnudo poemario
cubículo sacro de nuestra intimidad
el beso solo es beso
cuando mi lengua haya recorrido
hasta la más lejana órbita
de tu electrón




mientras yo lanzaba mis besos
a la fuente de los deseos
tú me lanzabas a los excrementos
nunca el hedor dolió más

cómo infecto
cómo odio este cuerpo donde encuentras la miseria
de tu fluido áspero recorriendo contravías
matando los castillos y la arena
muñeca destrozada
peluche de sonrisa pintada
soy el cajón donde exprimes
las cartas que no enviaste a la luz del día

bárbaradiminutez en las noticias de las siete
menor de edad sometida
a vivir eternamente entre las sombras
por el cerdo de su padre
ojalá se apagara el reino de Plutón
al apagar el televisor


Sobre la autora:

Paulina Soto, Loja, Ecuador, 1973. Su temática principal es la fantasía. Ha publicado los libros de narrativa: “Muchachas Ocultas” (2002), “¡Alas!” (2006), “SamayPushac, Guardián de los Sueños” (2014), “Ciudad de Vírgenes” (2016); de poesía: “Caricias y Puñaladas” (2009), “En boca de Marte” (2017). Publica su tesis de grado: “Antología poética de autores lojanos” (2011),en coautoría con Darío Jiménez. 
Obtiene el primer lugar en el concurso de ensayo “Ángel F. Rojas” de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, con su obra: “Loja, Cultura de Traje y Corbata” (2013).
http://dragonluzeditorial.wordpress.com/

Colaboración: Sara Montaño Escobar










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