MAURO GATICA SALAMANCA

una vez dentro solo queda entregarse al deseo: así es este hoyo en el que nos encontramos (morales luis 1998) ; más profundo que los balazos (soto manuel, 20014) que las heridas agusanadas en e l temblor de los cuerpos

henos aquí:
              víctimas y victimarios     
      en el juego de la enunciación:
su alquimia que es tumor nos atrapa
su erección que es fatal nos atrapa
su fetidez empinada como un suspiro también nos atrapa
                     su fuego
    –su calor aciago–
nos confunde y nos atrapa:
–los límites son cuchillos transparentes
que lo cercenan todo con su tinta–
lo sé:
     todo es tan oscuro en la lengua
         tan turbio en la piel
                vacío en la saliva
             lo sé:
nuestra carne se ha vuelto líquida
             lo sé:
se ha vuelto palabra y se filtra
y nosotros de igual forma nos escurrimos
                 y caemos con ella
–del mismo modo nos transformamos en lenguaje
también nos hemos convertido en eso–
derretidos por el recuerdo fresco y su llaga:
–parecemos dos balazos hermosos
incrustados en la memoria–
                tú y yo como partes de un todo que se desangra y muere
como un tatuaje que se ve y que no se ve
en el movimiento de los cuerpos
como la memoria y su vaho pegajoso
  –erecto y corrupto–
divagando en el vacío de las cosas

hablar es daño
                  lo sé:
           hablar es aire 
es el cuchillo que chorrea por las comisuras de la boca
                        –insisto en él
               como un beso derramándose en otra lengua–
                    él
   –su vinagre–
un recuerdo sucio transformándolo todo
                  yo mismo soy otro a cada instante
                       lo sé
yo mismo soy  un recuerdo sucio
y mi lengua y mi baba
                           –y todo lo que provenga de mi boca–
      también cambia
  también lo es
                   se modifica
también es otros
                                  también es otro lenguaje
y entonces el tajo se hace desierto  
y la multitud y el temblor y el derrumbe
luego la catástrofe es paisaje y entonces nos habituamos
y todo es humo y no te veo y ya no podemos hablar


el dolor no es detestable del todo pues crecimos infectados por el virus de la tristeza las cosas han cambiado… todo sigue igual/ esto es triste: todo lo que digo ya lo dijo alguien ole ola ole ole - ole ola ole ole (juaneco y su conjunto, 1977)

oye madre no te incomodes
pues desde que escribo ya no soy tu hijo;
aquí el que se arrastra es otro:
soy yo madre un individuo que ha perdido la libertad
preso de las palabras que nos unieron hace ya un tiempo

madre
no te martirices que soy algo así como un aborto premeditado
es sangre el rastro que dejo en el piso cuando me muevo
cuando me arrastro y sí
tu entrepierna también sangra
también está caliente tu vagina
porque soy un coágulo oscuro y húmedo
soy un muerto cada vez que escribo
o cada vez que abro la boca o cada vez que miro
y encuentro el sentido que hoy adquieren las palabras

madre
soy una hemorragia
soy algo así como un aborto
y como estoy muerto puedo desearle la muerte a cualquiera;
¡puedo desearle la muerte a cualquier hijo de puta!
ver sus cuerpos destrozados en el asfalto
sus tripas dispersas en los hocicos viles de los perros

pero no te equivoques madre
sólo me empeño en escribir anda a saber tú por qué;
anda a saber tú por qué escribo
anda a saber tú por qué les hablo a los lectores:
a esa ficción que sabemos nada importa

moriré y eso será  
pero sabemos que sólo yo asistiré 
tú tampoco asistirás a ella madre
porque sabemos que ya no soy tu hijo
lo sabes porque escribo
porque eso me transforma en un huacho más
de este país feo lleno de poetas huachos
que se pintan la boca que se quieren ver bonitos
o que se apuntan con los dedos en la sien sin titubear
–yo no soy como ellos sin embargo–
no veo el glamour madre;
sólo sangre y saliva en distintos formatos

los lectores madre también son seres muertos para mí
ya lo dije: son ficción o sea son algo hermoso pero inútil
son otros huachos que buscan quizás y una voz que los consuele

madre
ahora imagina la alcantarilla
imagina las ratas imagina los insectos
imagina la mierda flotando junto a mí

ahí está mi cuerpo madre
porque desde que escribo ya no soy tu hijo
soy un aborto
un trozo de carne cubierto de sangre seca como costra
soy un cuerpo hediondo que flota sobre el agua sucia
partido en dos por la maestría de un abortero;
tan hábil con el cuchillo como el carnicero del barrio

madre
no te sientas mal
desde que escribo ya no soy tu hijo
soy un huacho de mierda; soy un hijo de puta

pero madre a ti te pregunto:
¿valió la pena acaso abrir las piernas?
¡valió la pena tanta cacha tanto fornicio?
¿valió la pena acaso dejar de sentir placer en tu vagina?
¿valió la pena perder la estrechez la ilusión la capacidad de asombro?
¿tanta dilatación madre para qué?

es mejor beber la lengua; es mejor dejarse llevar por el silencio (rodríguez alfredo, 1881) entender de una vez por todas que las palabras son una  eyaculación precoz (salamanca rogelio, 1756)

hablar es un acto inhumano:
mejor cortar la lengua con los dientes
y beber la sangre que no para que no se detiene nunca
y masticar la lengua
la carne dulce y tierna con los dientes
tragarla lentamente y escupirla frente a cualquiera  
y celebrar juntos hasta la muerte el triunfo de los cuerpos
y una vez inmersos en el silencio mismo de la carne
en su viscosidad también oscura y silente
ser simplemente eso
movimiento y respiración

oye lector yo no te voy a decir cómo ¿para qué? ¿a quién puede importarle las señales de rutas /los faros/las luces que te guían irremediablemente? un cinturón de seguridad, un palo en el culo


lo diré
no me importa decirlo
                         –porque la poesía–
le escupo la cara, la insulto, la humillo
me humillo junto a ella

lo sé
–porque la poesía–

si tuviera un cuchillo
un cuchillo con ajo
(ortiz sonia, 2006)
                    le rajaría la cara
le rajaría la guata le rajaría el paño
          si estuviera ebrio le mearía el ombligo
(vollmer harry, 2013)
la golpearía una y mil veces hasta matarla
aniquilarla desaparecerla
                         –porque la poesía–

quiero que muera que se pudra en su resurrección;
que se pudra en su agujero que sea lo que es
una flor un escupe un cuchillo
hay que humillarla (ugarte alfonso, 1994)
que se muera con los que la respetan
que la acicalan que la adornan…
que se muera con los que la hacen ver coqueta
que la hacen lucir bonita
que se muera una y mil veces
junto a los que le prestan el culo (soto diana, 2012)

¡¡debes tratarla con violencia!!... (beltrán andrés, 1968)
pues debe retorcerse en el suelo... humillada, cansada
meada cagada hasta el cuello (uribe, alonso. 1945)
agobiada por sus temores
–porque la poesía–
para que despierte
para que abra los ojos
para que duerma tranquila
para que flote tiernamente:
como una pluma roñosa que cae y nadie admira
un cuerpo una estructura cayéndose a pedazos
para que le arda el culo después de tanta penetración
de tanto desgaste de tanto pagar favores
para que no se olvide del dolor de la violación
de la mierda y de la sangre brotando como recuerdo
(bustamante rogelio, 1872)


¡¡¡molto bella la poesía!!!
¡¡bravo!! ¡¡bravo!! !! ¡¡bravísimo!!
(conserva claudia, 1992)


los miedos son proyecciones de uno mismo (correa germán,  1915); son fantasmas  controversiales habitando la mismísima incredulidad (garay josé, 2005)


 ¿sabes?:
soy hijo de alguien que no tiene
nombre ni rostro
           –sin voz ni lenguaje–
            fecundado en el vientre por uno
       de entre millones de espermatozoides

soy un huacho vil–
                    lo reconozco
                                           –uno más nadando
                                                   en la vileza

–la imagen del padre es
                 una diarrea en la memoria
que dilata los orificios fecales:
                                 una convulsión
                                                   un paralenguaje–





Mauro Gatica Salamanca (San Marcos de Arica. 1974). Escritor. Profesor. Forma parte del comité editorial de La Liga de la Justicia. Sus textos, poesía y cuentos, aparecen publicados en diversas revistas y antologías impresas y digitales. Ha publicado los libros: “La Comarca: ensayo sobre el desarraigo” (Editorial Fugitiva Cartonera, 2015); “Ex Machina” (Poesía. 1a ed. Editorial digital BongoBook Ediciones, 2015; 2a ed. Maki_naria ediciones, 2015) “spin off” (Poesía. Editorial Olga Cartonera, 2013); “escupe” (Poesía. Editorial korekhenke, 2013); “la pequeña casa en la pradera” (Poesía. Editorial Digital 404, 2012); “los ingalls” y “la pradera” (Poesía. Proyecto Editorial  Itinerante, 2012); family values (Poesía. La Liga de la Justicia Ediciones. 2011); “Shhh” (Poesía concreta. Cinosargo Ediciones. 2010).






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