DIEGO ROJAS ARIAS






TETOSTERONITIS HEMORRÁGICA  AGUDA 

“El fantasma de mi verga eyacula su venganza”
Fernando Escobar Paéz  (MeinKampf )

los poemas son cárceles de tinta
y en esta roja página de huesos apunto esta verdad
mi verdad
mientras escribo esto con el Diablo entre las manos
aprendí que la música no comparte con nadie su agonía
que no quieran joderme
los que crean todo lo contrario
tampoco es que yo vivo
porque el verso es gratis
he llenado de tropiezos mi camino
esnifé el más dulce de los abandonos
pero en las buenas y en las malas
lo real siempre atado a lo vivido
gasté hasta el último centavo de mi juventud 
en tantas drogas invisibles
licores adulterados 
malas compañías 
mi alcancía llena de desilusiones
masturbé cadáveres en noches extraviadas
he leído mucho
he vivido poco
pero tampoco soy un genio
 (los genios son putas 
cuyo chulo es el vicio) 
hice de las mías
ya robé traicioné mentí 
viví a costillas de mis amigos
me acosté con sus mujeres
alimenté a los dioses con mi esperma 
¿algo más?
mi talento ha sido todo el odio provocado
más hoy con toda la mierda que me lanzan
me he dedicado a perfumar mis flores
y aquí estoy 
no le corro a nadie
 los poemas son cementerios de papel 
y yo lo peor que le ha pasado a la poesía



CORAZÓN PARA LA GUERRA 

que no me vengan ahora con esa canallada 
de que el arte por el arte
que la más pura libertad de expresión
que ninguna verdad es santa 
que no me corran esa lámpara
de que la belleza enterrada en las palabras
que la poesía reparte bala en lugar de pan 
a los pobres diablos
de lectores hambrientos
que no pretendan entristecerme 
contándome las penas del preservativo
que se muere virgen esperando 
en un rincón de mi billetera
porque polvo han sido y polvo serán 
los años quemados de mi juventud
porque fue el vino el que se emborrachaba de mí 
cada vez que abría las botellas
no crean que fue al revés
porque fuimos cuatro sobre tu cama
aquella vez:
yo
nuestras dos soledades juntas
abrazados hasta el amanecer
con el corazón abombado
en perica barata 
siempre a punto de guerra
no necesito jurarlo: 
te amo tanto
que me encadenaría a tu tumba
cuando te estés pudriendo
bajo un sol de perro
porque durísimo ha sido el camino 
que me bebí todas sus piedras 
para poder seguir
y hoy soy como la cabeza aplastada de la niña
bajo la rueda trasera del camión
 ¿por qué no puedo llorar
si tengo la cabeza toda reventada mamá?
la realidad es que la luna es el sol
pero travesti
no se emocionen tanto:
también hay primavera en el in¬fierno



DENTRO DE ESTE POEMA VENDEN DROGAS CABALÍSTICAS 

dicen que Patti Smith estaba enamorada de Rimbaud y que aun cuando vinieron a nacer en siglos diferentes su amor fue mucho más que un ridículo acto poético: lloró durante semanas cuando aquellos malnacidos le destrozaron su libro de poemas del primer niño del punk que siempre llevaba consigo mientras trabajaba en aquella fábrica en su adolescencia de 1964
cuentan que Li Po murió ahogado cuando borracho intentó abrazar la luna apoyado en la frágil rama de un árbol y que el río fue este texto fugitivo de los tiempos y las cosas (de con-firmarse este hecho en particular cualquier ser humano podría entender que es lo que quiso decir Roy Sigüenza cuando anotó: escribo como un buscador, no como alguien que escribe – cuando un escritor escribe sabe que escribe, el que busca no, no sabe- No hay certidumbre ni dioses que la den)
murmuran que García Lorca haciendo el amor con Luis Cernuda eran como esa nebulosa cuando aún es apenas una larva en el estanque dejado por una lluvia de pasiones incendiarias
yo sin querer una noche me topé con Alicia en el Night Club “Las Maravillas” y estaba tan clara su piel como el labio del cristal que duerme entre traiciones y su cabello rizado como el sol y micro vestido de cuero negro
pero ya lejos de toda suposición y sospecha con todo este barro con el que se tejen las palabras desnudaría la sangre de esa mujer que ha de estar esperándome en ese lecho de sal y tinieblas impuesto en el corazón meado por el día venidero 
les juro que no dudaría en fumarme todas las grietas del asfalto



“Oh mis flores de fósforo encendido”

Para  Betty Suárez Mora 

incluso las voces de los pájaros 
se vuelven madriguera de lluvia
 (indícame cómo lograr un séquito de alas muertas
enséñame a escribir sin que me sangren las manos
tradúceme este camino por el que nos vemos
una piedra de aire
todo el jaspe de mis venas
o la madrugada desnuda sobre mi cama)
como eyacular vino después de una extraña conversación
las manchas de la transparencia
si por cada nombre de mujer que me como sin pelar
alguien troceara la noche mucho más adentro 
pero es mucho pedir
mas si de pronto me equivoco 
solamente el rock n’ roll 
nos mantendrá ilesos en esta orgía de silencios
ante la vista atenta de un gramo de abismo
apto para el consumo humano 

solamente el taxidermismo de este amor sin boca
o el frío de sábanas arrepentidas

mis huesos leyendo tu beso de cuchillo



Sobre el autor:

DIEGO ROJAS ARIAS.-  Ecuador, 1986. Ha publicado Amor escupido (co edición  independiente, Portoviejo, Ecuador, 2013)  La poesía con sangre entra (Marfuz, Manta, Ecuador, 2015) y Con todos los diablos encima (Andesgraund, Santiago de Chile, 2017) 




Colaboración: Sara Montaño Escobar












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