CRISTINA BELLO


 Pistola de agua (fragmentos) 


I

La inundación  

1

Esta es la historia de Neptuna y de cómo me crecieron las escamas y los ojos de pez. La historia de la calle donde la surada y la sangre fueron dos manchas que no cabían en las gerberas rojas que bordó mi Abuela. La historia de un lunes por la mañana cuando mi vecino no supo distinguir entre el agua del río y el plomo en un tiro de gracia. El mismo lunes que cayó un meteorito en el patio y el yoyo de Carlos quedó hecho trizas. Nos alimentamos de larvas verdes hasta que confundieron nuestras lenguas con la carnada de los tiburones.  La marea entonces no era alta.  

Los científicos actuales afirman que Hoba, el meteorito que cayó en 1920 en una granja en Namibia, es el meteorito más grande de la historia. Pesa alrededor de 60 toneladas y está compuesto principalmente por hierro, níquel y una porción pequeña de cobalto. Cuando el meteorito cayó en la esquina de la casa no vinieron los científicos actuales. Era agosto, sobre la mesa alguien había colocado una roca tan grande como Asia. El perfume ácido del limonero nos arrastró consigo al igual que la espuma arrastra a los cangrejos. 

Me explicaron que el meteorito era un caracol y que a través de él entendería el lenguaje ultramarino, pero nunca descubrí cuál de los siete mares debía escuchar a través de sus poros. 

 

A veces imagino que miles de aguamalas vienen por el meteorito, como si la roca nunca hubiera pertenecido al espacio, más bien a las profundidades. Ahí donde el mar esconde su propio sol, bajo el agua, la roca se deshace entre las sales. El meteorito era también otra roca creciendo en el pulmón del Abuelo, una roca ennegrecida incapaz de disolverse o navegar. 

 

4

Abuelo habla de las peceras como castillos de cristal construidos en el fondo del agua.  Las peceras casas de los vertebrados acuáticos. Lugares donde recogemos conchas y esqueletos de la tarde en que cazamos cochinillas de mar, lugares donde esperamos a la muerte clara. Abuelo habla sobre los peces, pero nunca caminamos al acuario o compramos una bomba de aire. 

: Abuelo, ¿cuántos oídos son necesarios para escuchar un cardumen bajo una casa?         


5

La roca permaneció tanto tiempo sobre la mesa que ya nadie recordaba cómo era antes, ninguno se sentaba a comer ahí. Aprendimos a sentarnos por los rincones, en el piso o muy cerca del patio. La roca jamás creció, pero sentíamos cómo se expandía a todas partes hasta reventar en nuestras narices. El polvo que despedía conocía su tránsito. Abuelo no paraba de hablarme de los peces como cerillos encendidos bajo el agua. El agua que no conserva al fuego. 


Carlos y yo encendemos la televisión en el canal 5 mientras Abuela se asoma por la ventana. Busca en la calle algún cuerpo tendido o espera a las muchachas pidiendo cooperación para sus enfermos. Ojalá pudiera decirle que anoche les di mi alcancía repleta de monedas de a peso, porque 60 toneladas de níquel y otros metales no eran suficientes para la expedición a Namibia. 

Ojalá y hubiera visto antes a la vecina en vez de imaginarla como C. J. Parker de Los guardianes de la bahía, corriendo a lo largo del muelle, descalza sobre las tablas hervidas entre el calor y la humedad. Ojalá y no la hubiera imaginado vestida con su traje rojo. La Pamela Anderson que entra y sale del agua sin complicaciones, pero Neptuna, era mi vecina y se parecía más a StormTenía esos ojos grandes que se desbordaban en lágrimas. Era morena y altísima, vestida de luto llevaba a las larvas adheridas a sus hombros. 

Neptuna que llegó en el verano junto con Los invisibles, tres hombres tan altos como ella. Abuela que insistió en prepararles pay de limón, no sabía de las mandíbulas que ocultan los peces abisales.     

Ingredientes: 

1 lata de leche evaporada 

1 lata de leche condensada

4 tubos de galletas María 

7 limones 

 

Pasos: 

1.     Lava tus manos. Recuerda que en el principio fue el agua. 

2.     Toma 7 limones del patio. Ignora a los perros de la casa que ladran por sed. No los abastezcas para que se conserven mansos. Ningún ser sin escamas merece agua. Toma los limones, lávalos, que el olor a cloro y jabón sea apenas soportable. 

3.     Corta los limones por la mitad. En el séptimo limón el cuchillo roza tu dedo. Le sale sangre. Coloca gotas del culpable sobre el dedo herido. Observa el ardor. Piensa: el rojo puede ser un color muy bonito y a la vez muy feo. Rojo fresa. Rojo semáforo. Rojo hormiga. Rojo luego del disparo. Rojo primera plana.  

4.     Abuela pregunta si estás bien, responde que sí. Abre los tubos de galletas y luego mezcla la leche evaporada, la condensada y el jugo de limón. Pregunta qué tan lejos está Namibia. 

5.     En un recipiente coloca una a una las galletas y después cubre con la mezcla. Abuela responde que Namibia está en África y África está muy lejos. Piensa en ir a África. 

6.      El pay queda amargo. Vuelven a empezar. 


7

Los peces asustados habitan las peceras redondas porque se parecen más al miedo, cíclico y transparente. Neptuna vivía dentro de una pecera redonda o casa o anémona en la esquina de mi calle. Los invisibles no estaban. 

: trabajan mucho 

: son empresarios, por así decirlo

: no, no son mis hermanos 

: tampoco estoy casada con alguno 

: sí, vivíamos en la capital, pero prefieren los lugares pequeños 

La luz que atravesaba los cristales polvorientos dejaba ver nuestras escamas recién adquiridas en el aire. Todavía no sé cuándo me brotarán las branquias o si tendré que mudarme a las tuberías por donde pasa el agua del puerto. Me convertiré en un pez de agua sucia, lacerada para siempre por Neptuna que tenía 20 años entonces y me explicaba que a veces le crecían peces rojos en la lengua agrietada. 

 


Cristina Bello (Morelia, Mich., 1995). Estudió Literatura Intercultural en la ENES Morelia. Fue becaria del IX curso de Creación Literaria para Jóvenes Escritores de la Fundación para las Letras Mexicanas y la Universidad Veracruzana en la categoría de poesía. Participó en el Festival Cultural Interfaz Guanajuato-2018. Recientemente obtuvo el Premio Nacional de Poesía Dolores Castro 2020.  


 

 

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